Solidaridad

El Banco de Alimentos de Las Palmas busca 3.000 voluntarios para su gran recogida

La entidad social solicita colaboración para la campaña de final de noviembre

Los días 24, 25 y 26 de noviembre recogerá alimentos en los supermercados y grandes superficies

La entidad atiende a un promedio de 18.000 personas mensuales

El presidente del Banco de Alimentos de Las Palmas Pedro Llorca junto al voluntario en la nave de Mercalaspalmas.

El presidente del Banco de Alimentos de Las Palmas Pedro Llorca junto al voluntario en la nave de Mercalaspalmas. / L. SÁNCHEZ

El Banco de Alimentos de Las Palmas busca voluntarios para colaborar en la gran recogida que tendrá lugar los días 24, 25 y 26 de noviembre. "Si fuéramos más de 3.000 sería lo ideal", dijo el presidente de la entidad social Pedro Llorca para que la campaña solidaria, en la que esperan recoger 200.000 kilos de alimentos, tenga "buenos resultados". "Entre 3.000-4.000 voluntarios sería lo ideal. Los voluntarios harían turnos de cuatro horas y, si pueden estar dos o tres días, pues mejor", puntualizó. De momento, para esta edición, que se desarrolla a nivel nacional, cuenta ya con dos colaboradores de lujo: los cocineros Carlos Arguiñano y su hijo Joseba, que están promocionando la campaña.

La entidad espera recoger en esta campaña de finales de noviembre 200.000 kilos de alimentos

La escasez de voluntarios o la falta compromiso de estos con la entidad social es uno de los principales problemas que tiene la organización no gubernamental en estos momentos. "Actualmente, tenemos una media de 118-120 voluntarios estables, que no quiere decir que vengan todos los días, sino que a lo largo del mes cada uno viene 1, 2, 3 días, dependiendo de sus posibilidades. No podemos ser exigentes porque estamos hablando de generosidad de su tiempo", declaró el presidente de la asociación.

El Banco de Alimentos de Las Palmas atiende en la actualidad a un promedio de unas 18.000 personas mensuales, que varía hasta 20.000 en función de las situaciones económicas que se dan en Canarias y en el exterior. "Ahora, por ejemplo, que llega la Navidad habrá un incremento de contrataciones y eso significará un alivio para muchas familias", reseñó Llorca sobre cómo las cifras de personas a las que asisten pueden variar a lo largo del año. El pasado año repartieron un total de 4, 2 millones de kilos de alimentos.

Colaboradores, pieza clave

La entidad social realizó este lunes una jornada de puertas abiertas en la nave que tienen en Mercalaspalmas -cuenta otra en Arinaga- para que los ciudadanos conocieran su funcionamiento y, de este modo, se animaran a colaborar con ellos. "Somos una entidad trasparente, queremos que nos conozcan, que palpen cuál es nuestro trabajo diario", dijo esta mañana el presidente del Banco de Alimentos de Las Palmas Pedro Llorca, que manifestó que la gran fortaleza de la asociación, que trabaja a nivel nacional, son los voluntarios.

"Necesitamos voluntarios para que los próximos 24, 25 y 26 de noviembre estén en los supermercados, animando a los posibles donantes para que, con las aportaciones que nos hagan, podamos seguir gestionando mejor las compras, en razón a la posible rotura de estocaje o la carencia de un producto determinado", aclaró Llorca, que añadió que los voluntarios son los que hacen ver a la sociedad las necesidades existentes y, de este modo, que la gente sea consciente de que hay otra parte de la sociedad "que lo está pasando mal; que nos necesita a todos. Y que, entre todos, podemos atenuar el impacto negativo que tiene la economía en esa familia".

El Banco de Alimentos de Las Palmas forma parte de la Federación Española de Bancos de Alimentos (Fesbal), compuesta por 54 bancos repartidos por toda la geografía española. El pasado año la Fesbal repartió 25 millones de kilos de alimentos a 6.919 entidades benéficas. Más de 1,2 millones de personas se beneficiaron de este reparto de alimentos.

"Ahora mismo estamos atravesando momentos muy difíciles, no solo porque hay una guerra, sino dos; y cada vez hay más necesidades. La economía se resiente, tanto para nosotros como para el mundo entero, y para colmo tenemos una situación climática que nos perjudica a veces con una gran sequía y en otras con inundaciones y temporales", declaró Pedro Llorca sobre la situación que hay en el mundo y cómo repercute en la economía doméstica, principalmente entre las familias con ingresos bajos o muy bajos.

Reparto a entidades

La entidad se nutre de los excedentes alimentarios europeos, que se reparten a través del Ministerio de Agricultura, pero también de donaciones de administraciones públicas, empresas y personas privadas, así como donaciones monetarias que se utilizan para la compra de los productos que se requieren. El Banco de Alimentos no reparte directamente alimentos a las familias, sino que lo hace a través de las organizaciones sociales que asisten a las personas necesitadas.

Una voluntaria del Banco de Alimentos mira uno de los listados.

Una voluntaria del Banco de Alimentos mira uno de los listados. / L. SÁNCHEZ

La asociación, que funciona como una distribuidora; repartiendo y comprando alimentos en función de la demanda, realiza controles periódicos a las organizaciones sociales a las que reparte para verificar que los alimentos están guardados en condiciones, no se desperdician y se reparten a las familias necesitadas que tienen a su cargo.

La entidad asegura que la cesta de compra que otorgan a las familias a través de las entidades sociales ha descendido en un 10% debido al incremento de los precios

En el reparto se incluye preferentemente productos secos, pero también frescos y refrigerados, algunos de los cuales han subido de coste debido a la inflación.  "Por culpa de la subida de precios cada vez recibimos menos donativos y excedentes para abastecer los almacenes de provisiones y hemos tenido que reducir en más de un 10% la cantidad de alimentos que distribuimos a las familias", indican en la propia página web de la entidad.

El reto para el próximo 2024 no solo es dar alimentos a las personas y familias con escaso poder adquisitivo, sino colaborar en su reinserción social. "La tragedia del pobre es la pobreza de sus aspiraciones. No es una frase mía, sino de un premio nobel -el economista Adam Smith-. Tenemos que trasmitir a las familias que están en situación de precariedad que tienen que salir de esa situación, que hay que formarse y formarlos; que es la mejor manera de que consigan un puesto de trabajo", indicó el presidente de la entidad social sobre la necesidad de no solo dar alimentos, sino de ayudar a las familias a salir de la rueda de la pobreza.

El reto de la organización para 2024 no es solo donar alimentos a las familias necesitadas, sino facilitar su inserción social

El presidente de la entidad Pedro Llorca, que también lo es a nivel nacional, señaló que para el próximo ejercicio el Fondo Europeo de Alimentación se ampliará en esta línea. «No solo dará de comer, sino que busca formar, desarrollar y acompañar a las familias que están en situación de precariedad», añadió. El Fondo Europeo Plus, como así se llamará, priorizará, sin embargo, a las familias monoparentales obi parentaless, algo que preocupa a la organización no gubernamental. «Nos preocupa, porque ese colectivo solo representa entre un 10 y un 15% de la población que atendemos. ¿Qué va a pasar con el 85% restante?», añadió Llorca, que minutos antes de atender a los medios de comunicación en la nave de Mercalaspalmas asistía a una reunión por videoconferencia para tratar este asunto.  "Estamos tratando de buscar soluciones para ver de qué manera, si negociando con el ministerio o haciéndole ver el problema que se nos plantea, podemos seguir trabajando", dijo.

"Nuestra razón de ser siempre ha sido la recuperación de los excedentes alimentarios, y no queremos renunciar a eso porque estamos participando en los Objetivos de Desarrollo Sostenible 2030. Desde siempre, el ministerio ha dicho desperdicio cero, aunque yo apuesto más por no tirar nada. Ahora mismo tenemos un grupo de entidades educativas para formar a los niños, a los jóvenes, a que no debemos tirar alimentos porque donde más se desperdician es en el hogar, aunque parece una contradicción", puntualizó.