PRODUCTORES SOSTENIBLES | Queso ecológico artesanal

La tinerfeña que elabora de manera artesanal el queso ecológico más deseado

La granja y quesería Aborigen, en Arafo, ha sido reconocida entre los diez Mejores Productores Sostenibles de 2023 por BBVA por su queso semicurado de cabra

Jenifer Santos Cabrera

Jenifer Santos Cabrera / Pablo García

Miguel Ángel Bargueño

Quesos Aborigen no tiene página web; sí cuenta de Instagram, que la propietaria actualiza de vez en cuando. Y es que Jenifer Santos Cabrera, tinerfeña de 38 años, no da más abasto. Ella se ocupa de todo en la granja y la quesería: pastorea, ordeña, da de comer a las cabras con el forraje que ella misma recoge, elabora los quesos, se encarga de la limpieza y mantenimiento de la explotación... Trabaja, como ella dice, “de sol a sombra” o, lo que es lo mismo, de siete de la mañana a nueve de la noche si no hay partos que la mantienen en activo hasta la madrugada. “Lo que interesa es que el producto se venda, y como ya está vendido de un año para otro (hay una lista de espera de año y medio), no me anuncio en ningún lado. La clientela se ha formado por el boca a oreja”, explica la joven emprendedora.

Jenifer Santos da de comer a las cabras con el forraje que ella misma recoge

Jenifer Santos da de comer a las cabras con el forraje que ella misma recoge / Pablo García

En estos tiempos de innovaciones tecnológicas, Jenifer se limita a cuidar sus cabras (unas cien actualmente) y producir queso como lo hacían sus abuelos, también cabreros. Considerando su ancestral metodología, su quesería es ejemplo de lo que hoy llamamos ‘sostenibilidad’. Está encantada con la etiqueta, aunque prefiere describir su negocio como “artesanal”.

“En mi granja todo es artesanal. Intento mantener las costumbres de antaño”. Entre esas costumbres está la de envolver los quesos con hojas de árboles de la finca (así los envía a los compradores); también alimentar a sus cabras solo con forraje autóctono, limitar la producción láctea de los animales a siete meses o negarse a sacrificarlos para el consumo cárnico.

Jenifer Santos elabora sus quesos de manera artesanal

Jenifer Santos elabora sus quesos de manera artesanal / Pablo García

Ese estilo artesanal deja su impronta en el queso. La leche se cuaja desde el ordeño, solo añade fermentos naturales y deja curar los quesos en un cuarto natural, lo que beneficia el crecimiento de mohos y aporta matices únicos, diferentes según la época del año. Por su variedad semicurada ha sido galardonada este año con uno de los diez premios a los Mejores Productores Sostenibles de BBVA. Una iniciativa con la que la entidad, en colaboración con El Celler de Can Roca, destaca la labor de agricultores y ganaderos que producen respetando el medioambiente, y apuestan por la sostenibilidad económica y social de los entornos en los que se encuentran. Como parte del premio, su queso formará parte de una receta que elaborarán los hermanos Roca. “Pese a ser un queso semicurado, su textura es cremosa”, indica. “Solo hago una producción al año, que coincide con la etapa en que brotan los mejores pastos. Y eso se transmite a la leche. Las flores de escobón que comen las cabras aportan aromas increíbles al queso”.

El queso Aborigen, envuelto en hojas

El queso Aborigen, envuelto en hojas / Pablo García

Autodidacta y ejemplo para emprendedores rurales

Aunque procede de familia ganadera, Jenifer estudió Ingeniería Hidráulica y, tras terminar la carrera, dedicó once años a viajar por Asia. Allí experimentó su epifanía. “Descubrí que había una manera más sostenible y sencilla de hacer las cosas que la gente de nuestra generación, quizá porque la consideraba inviable, no estaba aplicando. El punto de partida fue: voy a tratar de sacar adelante una explotación del modo más autosuficiente que pueda”.

Buscó terreno para su granja y se decantó por el Paisaje Protegido de Siete Lomas, en Arafo (Tenerife). “No había agua, ni electricidad, ni pasto... Nada”, explica. Gracias a sus conocimientos en ingeniería hidráulica, aplicó un sistema con el que redirigir el agua que sale en escorrentía a la explotación. Paneles solares le suministran la electricidad necesaria y ahora está enfrascada en crear bancos forrajeros con pasto que crece en su propia explotación. “Se trata de adaptarse al entorno”, afirma.

La granjade Jennifer, en el Paisaje Protegido de Siete Lomas, en Arafo (Tenerife).

La granja de Jenifer, en el Paisaje Protegido de Siete Lomas, en Arafo (Tenerife). / Pablo García

El incendio que asoló la zona el pasado verano estuvo a punto de arruinar su sueño. Gracias al esfuerzo de los voluntarios, las llamas se quedaron a las puertas. Pero arrasó los pastos de los alrededores, donde comían las cabras. Desde entonces se ha dedicado a repoblar la zona creando bancos forrajeros con los que, de paso, está contribuyendo a reforestar el monte.

Siete años lleva funcionando Aborigen. Nuevos emprendedores, en vista de lo que ella ha conseguido de la nada, han empezado a instalarse en los alrededores. “Me encanta que mi labor haya servido de proyecto piloto para otros, a los que ayudo en lo que puedo”.

Su familia está más que orgullosa de Jenifer. Me dicen: 'Se te ve feliz'. Lo soy. El campo tiene muchas posibilidades, pero hay que saber verlas. En el sector primario puede haber calidad de vida. Yo esto no lo cambio por nada.

Iniciativa premiada por BBVA

Con los Premios BBVA a los Mejores Productores Sostenibles de España, la entidad reconoce anualmente -junto con El Celler de Can Roca- proyectos que tienen detrás historias de personas cuya apuesta es crecer a través de modelos de negocio sostenibles con la vista puesta en el desarrollo de las zonas, la mayoría rurales, donde realizan su actividad. Son ya 36 los productores premiados a través de esta iniciativa, que ya suma cuatro ediciones y en la que han participado cerca de 500 agricultores, ganaderos y productores de alimentos en general. Un hecho que les ha ayudado a impulsar sus ventas, aumentar la producción, poner en marcha nuevas actividades y expandirse nacional e internacionalmente, además de mejorar la visibilidad de sus productos ecológicos. Y es que BBVA busca acompañar a estos emprendedores para que, también, sirvan de ejemplo a aquellos que se planteen producir de una forma diferente, y que vean la transición ecológica como opción para una nueva etapa donde impactar de manera positiva en su entorno -para hacer del mundo un lugar más verde e inclusivo- es parte del futuro.