Estudio

La violencia de género y sexual cuesta 5.000 millones de euros al año en España, unos 104 per cápita: "El dolor tiene un precio"

Un nuevo estudio mide el impacto económico que tienen las violencias hacia las mujeres

Una manifestación en contra de la violencia de género.

Una manifestación en contra de la violencia de género. / EFE

María G. San Narciso

La violencia de género y la violencia sexual fuera de la pareja cuesta cerca de 5.000 millones de euros al año, lo que equivale a 104 euros per cápita. Carmen Martínez Perza, delegada del Gobierno contra la Violencia de Género, reconoce que por mucho que cueste poner precio al dolor, hay que hacerlo, porque lo tiene. Y así lo han hecho con el estudio 'Impacto de la violencia de género y de la violencia sexual contra las mujeres en España: una valoración de sus costes en 2022', que se ha presentado la mañana de este jueves en el Ministerio de Igualdad.

Este trabajo ha permitido cuantificar no solo los costes directos, sino también los recursos económicos que se pierden como consecuencia de la violencia de género -aquella ejercida en el ámbito de la pareja o expareja- y en la violencia sexual fuera de la pareja. Son "pérdidas que afectan tanto a las víctimas y a sus entornos familiares, como también a las empresas en el sector privado, a los diferentes niveles de la administración pública, a la sociedad civil, y a la sociedad y economía en su conjunto", ha señalado la delegada del Gobierno.

Metodología

En concreto, este informe, realizado por un equipo multidisciplinar del Instituto Universitario de Análisis Económico y Social de la Universidad de Alcalá, establece dos enfoques: el macroeconómico y el microeconómico. El segundo, a su vez, aborda tanto los gastos tangibles e intangibles.

Carmen Martínez Perza ha indicado que analizar el problema de la violencia de las mujeres desde el ángulo de los costes que implica para el conjunto de la sociedad contribuye a concienciar sobre su enorme alcance. Conocer las elevadas pérdidas que supone, en términos económicos, hace que se entienda las significativas ganancias de bienestar general que supondría acabar con la violencia machista.