Sector nupcial

La última tendencia en las bodas: ofrecer tatuajes a los invitados

Equipos de tatuadores se desplazan al lugar del evento para plasmar a los invitados algunos de los diseños elegidos por los novios como recuerdo de ese día 

Los tatuajes se convierten en protagonistas en las bodas.

Los tatuajes se convierten en protagonistas en las bodas. / Redacción

Saray Fajardo

Tras el baile nupcial, los invitados inundan la pista al ritmo de la música. Sin embargo, durante los últimos años, una nueva moda ha ido ganando adeptos en este tipo de eventos. Las mesas repletas de comida del banquete son sustituidas por las camillas, las agujas y las tintas, que dan paso a la barra libre de tatuajes.

Los detalles de boda han dado un giro de 360 º. Ahora, la pareja ya no regala tazas, llaveros o neceseres, sino que el recuerdo de ese día queda plasmado en la piel de los invitados, que pueden elegir entre varios dibujos.

La influencer Teresa Andrés fue una de las primeras en sumarse a esta moda durante su enlace con Ignacio Ayllón en julio de 2022 con la ayuda de un equipo de tatuadores. "Fue la primera vez que nos sumamos a esta tendencia. Creo que fuimos de los pioneros porque no nos habíamos planteado nunca este tema hasta que nos lo propuso Teresa", indica Marta Peñalver, graduada en Enfermería y responsable sanitaria del gabinete de tatuaje. Desde ese momento, los "tattoo bar" (nombre que recibe el puesto de tatuaje) no han dejado de ganar adeptos. "Es un éxito", reconoce Peñalver.

Estos dibujos son una especie de "pequeño regalo" que la pareja otorga a los invitados como recuerdo de ese día. Posteriormente, el equipo de tatuadores elige el espacio más adecuado para colocar el "stand" en el recinto.

Temática representativa

Los invitados pueden escoger entre los distintos diseños proporcionados por el equipo, que suelen estar relacionados con la pareja. "Son los novios los que eligen los dibujos en los que se ven representados. Por ejemplo, si viven en la costa o les gusta el mar, los tatuajes suelen estar relacionados con eso", explica Peñalver.

Durante dos horas, el equipo trabaja a contrarreloj para realizar el máximo número de tatuajes. "Se generan grandes colas y, muchas veces, hay gente que se queda sin tatuarse", lamenta la responsable sanitaria. En todo momento, el equipo cumple con las condiciones sanitarias establecidas y, además, las personas interesadas deben firmar una hoja de consentimiento. En este sentido, reconoce que "trabajamos como si la boda fuera nuestro estudio".

Auge del sector

En ocasiones, las parejas optan por tatuajes temporales, que desaparecen a los pocos días del evento. En ellos, se pueden leer todo tipo de frases, la fecha del evento o el nombre de los novios. "Empezamos haciendo maquillajes con purpurina, luego ampliamos a tatuajes temporales y ahora también hemos introducido los tatuajes reales", recalca la aerógrafa Bárbara Montes, quien afirma que "todavía me sorprende la cantidad de gente que se queda esperando y no puede". Añade: "Hay grupos de amigos que deciden hacerse el mismo diseño como recuerdo".

Montes reconoce que estas contrataciones suponen un "auge para el sector". Por eso, otros eventos han decidido sumarse a esta moda como es el caso de algunos festivales musicales. "Es un impulso que ha triunfado más de lo que pensábamos", concluye.