El estado de salud de Dereck, el menor de cuatro años atropellado el pasado martes cuando se dirigía al colegio García Escámez, empeoró ayer debido a las graves lesiones cerebrales que le ocasionó el accidente. "Ahora todo está en manos de Dios, los doctores dicen que no pueden hacer nada más", señaló el padre de los pequeños, Jack Fandoh.

Fandoh afirmó ayer que la familia solo espera que se produzca un milagro que salve al pequeño. "No podemos hacernos a la idea", lamentó. Sin embargo, los médicos han comunicado a la familia que el niño tiene pocas posibilidades de sobrevivir.

Dereck y su hermano Evans fueron arrollados en un paso de peatones de la carretera general del Rosario por una conductora que presuntamente se saltó el semáforo en rojo y dio positivo en el test de drogas.

Su hermano mayor también fue intervenido quirúrgicamente ayer después de haber ingresado en el Hospital Universitario de Canarias en estado grave. "Él ya está consciente y me habla, lo han trasladado a planta", apuntó su padre.

La mujer de 28 años detenida por el atropello de los dos menores fue puesta en libertad con cargos el pasado jueves acusada como presunta autora de los delitos de lesiones por imprudencia grave y conducción temeraria. La conductora se negó a declarar ante al juez y tuvo que entregar su permiso de conducir en el Juzgado.

Este lunes tendrá lugar en el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife entre el alcalde del municipio, José Manuel Bermúdez, la directiva y la Asociación de Madres y Padres de Alumnos (AMPA) del colegio García Escámez, además de los colectivos vecinales, para tratar de acordar las actuaciones que se deberán llevar a cabo a partir de ahora para mejorar la seguridad en esta zona de la capital.