Se dedicaban a dar golpes contra supuestos narcotraficantes y cuando trataron de robarle los 7.000 euros que Davide Fervorini había cobrado por el traspaso de un club de cannabis se les fue de las manos y acabaron con su vida. El juzgado de instrucción número 6 de Las Palmas de Gran Canaria levantó el secreto de las actuaciones del asesinato del ciudadano italiano en El Fondillo, que esconde detrás a un grupo criminal formado por seis personas que presuntamente se dedicaban a asaltos violentos de viviendas de personas relacionadas con la venta de estupefaciente.

La investigación liderada por el Grupo de Homicidios de la Brigada Provincial de Policía Judicial de la Policía Nacional se inició cuando el pasado 16 de septiembre los agentes hallaron el cadáver de un hombre en Barranco Seco con signos de violencia. La desaparición de Fervorini se había producido entre el 10 y el 11 de septiembre, días después de recibir unos 7.000 euros por la venta del club de cannabis que regentaba en la calle Juan Rejón del Puerto.

Fervorini, de 39 años, había mantenido una relación sentimental con una ciudadana de origen brasileño, aunque nunca llegaron a ser pareja estable. Esta mujer fue la encargada, según la investigación, de aportar información a la banda sobre las operaciones que realizaba el italiano en relación al traspaso del club. Así, las cinco personas que han sido acusadas de participar en el asesinato conocieron que en su casa de El Fondillo guardaba el dinero que había cobrado.

Ante esta información, acudieron al domicilio para llevar a cabo el asalto. Lo que no esperaban es que el italiano se resistiera a indicarles dónde estaba el dinero. Lo torturaron hasta acabar con su vida y tirarlo en un barranco próximo a su vivienda. Cuando los agentes inspeccionaron el domicilio se toparon con las habitaciones revueltas y la ausencia de objetos personales y dispositivos electrónicos, informó ayer la Jefatura Superior de Policía de Canarias. Pero, sobre todo, los investigadores consiguieron encontrar lo que andaban buscando los ahora detenidos: 7.000 euros ocultos en una de las estancias.

Las pesquisas, en las que también participaron Policía Científica y Seguridad Ciudadana de Las Palmas, así como la Unidad de Guías Caninos y el Grupo de Atención al Ciudadano y los agentes del Grupo Especial de Seguridad (GOES), determinaron que tras la muerte de Fervorini estaba un grupo criminal organizado dedicado al robos con violencia y otras actividades delictivas en la capital grancanaria. Así, los investigadores consiguieron identificar a todos los componentes del entramado, entre ellos un joven de 22 años sin antecedentes policiales como presunto cabecilla.

Durante el análisis de las pruebas, los policías tuvieron conocimiento de que tres de los investigados habían asaltado con pasamontañas el domicilio de un supuesto narcotraficante de la Vega de San José, al que maniataron e inmovilizaron con la técnica del mataleón, consistente en estrangular a la víctima a través de la opresión del cuello para evitar el paso de oxígeno y sangre.

Las detenciones se produjeron en diciembre: siete personas, cinco canarios, una nacida en la ciudad colombiana de Cali y con pasaporte española, y la única mujer, de origen brasileño, con edades comprendidas entre los 22 y los 39 años. Cinco de ellos participaron de manera activa en el crimen y dos de ellos actuaron de encubridores, por lo que se les acusa de los delitos de asesinato, robo con fuerza, robo con violencia y asociación ilícita. Al menos tres se encuentran en prisión.