Joaquina de Saá Cubas nació en el pueblo costero de Guiniginamar donde sus padres Pedro y María, conocida popularmente como Mamá Cubas, regentaban una tienda y el molino de gofio. La pareja tuvo cuatro hijos: Pedro, fallecido; Lucas y Luisa. Pertenecen a una prestigiosa familia del Sur de Fuerteventura: los de Saá.

Su abuelo Lucas de Saá Torres fue mayordomo de los Marqueses de La Oliva y de las fincas de la familia Bravo de Laguna en el Sur. Contrajo matrimonio con Miguel Cabrera Hernández y tuvieron cuatro hijos: Antonio, Carmen, Miguel Ángel y Pedro.

Su enorme bondad y solidaridad le llevó a montar en el pueblo de Juan Gopar, en el municipio majorero de Tuineje, una escuela para enseñar a los niños del lugar y a ayudar a las familias más necesitadas.

Como muchos canarios la familia Cabrera de Saá emigró a El Aaiun donde permanecieron hasta la fecha de la descolonización. De regreso del Sahara se instalaron en Las Palmas de Gran Canaria. Allí montaron un negocio y estudiaron sus hijos. Uno de ellos, Miguel Ángel fue jugador profesional en la UD Las Palmas logrando el ascenso a Primera División con Roque Olsen de entrenador. Otro hijo, Antonio fue árbitro de fútbol de Tercera División y actualmente ejerce como periodista y delegado de LA PROVINCIA en Fuerteventura.

Joaquina ha dejado una profunda huella por haber sabido inculcar a su familia los verdaderos valores de la vida. Hoy, a las 12 horas, recibirá cristiana sepultura en el cementerio de Puerto del Rosario.