El mar entra en calma en El Confital mientras crece el desasosiego de las familias de los desaparecidos

«Ojalá supiéramos qué ha ocurrido», resalta una familiar de Alejandro, uno de los dos menores desaparecidos, «si no los encuentran, no será por no intentarlo»

Familiares de los desaparecidos y vecinos de Las Coloradas.

Familiares de los desaparecidos y vecinos de Las Coloradas. / José Carlos Guerra

Las aguas se han calmado en la costa de El Confital, pero la inquietud reina en tierra firme. Este miércoles se cumplieron cinco días sin saber nada de Alejandro y Yassine, los dos menores de 17 y 16 años respectivamente desaparecidos el pasado viernes ocho de marzo. Ambos aprovecharon que tenían el día libre para ir a pescar, pero desde entonces no se ha vuelto saber nada de ellos, a pesar del amplio dispositivo de búsqueda desplegado por las Fuerzas de Seguridad y Emergencias. "Ojalá supiéramos qué ha ocurrido", señala un familiar de Alejandro con la mirada puesta en el mar.

Las familias de los dos chicos han pasado horas estos días en el paseo de la calle Apostol Mateo, en el barrio de Las Coloradas de Las Palmas de Gran Canaria, esperando alguna novedad. Mientras, la mejora de las condiciones meteorológicas -especialmente el estado de la mar- ha permitido que los efectivos de emergencias puedan trabajar con mayor garantía en una costa volcánica sumamente escarpada, llena de recovecos y cuevas. Y es que en la lejanía ya se divisan con mayor claridad los distintos medios aéreos y marítimos que están utilizando los agentes en la búsqueda de Alejandro y Yassine.

«Desde el viernes la tristeza la sentimos todos los vecinos de Las Coloradas», apuntan en el barrio

"Si no los encuentran, no será porque Policía, Guardia Civil y demás no hayan puesto todo lo que tienen en sus manos", resalta una familiar de Alejandro. Por su parte, resalta que ambos chicos eran "maravillosos que se conocían de hace tiempo". El chico, de 17 años y del barrio de La Feria, había ido con asiduidad a pescar, "tenía hasta una caña telescópica de rescate". Para Yassine, en cambio, era su primera vez. Sus pertenencias se encontraron, tal cual presuntamente las dejaron en una explanada situada en una zona conocida como La Hondura, en el área militar de La Isleta.

Trabajo de los buzos

La expectación ahora es saber si el trabajo de los buzos -quienes se han sumergido en varios recovecos de la zona- pueden dar con ellos, "para cerrar el duelo", tal y como reconocía el abuelo de Alejandro a este periódico el martes. Llegado expresamente de Algeciras (Cádiz) junto al padre del adolescente, ha presenciado desde el primer momento la "humanidad" de los vecinos del barrio de Las Coloradas, quienes se han mostrado consternados por lo que ha pasado.

La búsqueda de Alejandro y Yassine ha generado una red de solidaridad por parte de los vecinos de este barrio capitalino. Los más cercanos de ambos han sentido el apoyo y la solidaridad de quienes, con el paso de los días, han seguido saliendo a la calle para acompañar a las familias. "Un café en una situación de este tipo no se le niega a nadie", explica un trabajador del restaurante Salao, ubicado en la zona.

Desaparecidos en El Confital.

Desaparecidos en El Confital. / José Carlos Guerra

Los bares del barrio han ofrecido, durante estos cinco días, sus servicios y solidaridad a los familiares de los chicos desaparecidos: "No considero que ofrecer un café o un colacao sea ayuda. En una situación de este tipo, es una aportación", cuentan desde el Salao. "Simplemente, nos salió hacerlo y lo hicimos", añaden.

Fiamma Coello es hija de pescador y "desde siempre" ha vivido en La Isleta. Desde el Salao está viviendo de cerca estos días lo que ha ocurrido con estos dos chicos. La costa "es muy peligrosa", señala. Además de la dificultad de la zona, "aquí casi siempre hay viento, la marea suele estar picada y hay partes en las que las corrientes se cruzan", algo que, en palabras de esta isletera, "es muy complicado". Asimismo, recuerda que lo más complejo está "en la presencia de cuevas y rocas en el mar".

"Desde entonces la tristeza la estamos sintiendo todos los vecinos", señala una vecina de Las Coloradas de la zona más cercana a la entrada al perímetro militar. La tarde noche del viernes llegó a casa y se encontró con el revuelo de policías. Algo había pasado. Desde ese preciso momento se volcó a la hora de ayudar a unas familias que empezaban a vivir lo peor, en mitad de la incertidumbre sobre qué podría haber ocurrido con sus hijos, menores de edad ambos. "Les di todo lo que humildemente he podido", añade. Mantas, un café y hasta ofrecerles utilizar el baño de su propia casa.

La última desaparición

Juan Luis Cedrés Pérez desapareció el pasado mes de noviembre en las costas de El Confital. Su caso aún lo recuerdan los vecinos de la zona: "Hace no mucho desapareció un hombre y todavía no lo han encontrado", cuentan. Juan Luis Cedrés Pérez, de 64 años, era un conocido runner de Las Palmas de Gran Canaria. El hombre se encontraba pescando en Los Alabarderos, en la costa oeste de La Isleta, cuando desapareció. Fue su hermano Daniel el que avisó al 1-1-2 tras encontrar las pertenencias de Juan Luis y haber intentado localizarlo, sin éxito, con la ayuda de otro corredor que pasaba por las inmediaciones de Las Coloradas. Ese día el mar se encontraba picado. El caso de Juan Luis todavía está en la memoria de los vecinos de Las Coloradas que, tras varios sustos en sus costas, solicitan medidas de seguridad.