Las Coloradas acoge con «humanidad» a las familias de los menores desaparecidos en El Confital

Han pasado cuatro días desde que inició la búsqueda de los dos menores desaparecidos el pasado viernes en El Confital. Alejandro, de 17 años, y Yassine, de 16, habían quedado para ir a pescar y «echar un día en la playa como lo haría cualquier grupo de amigos», cuenta el abuelo de Alejandro, Pedro, que asegura que, «en una tragedia de esta índole», lo que ha destacado es «la humanidad de los vecinos», algo que define como «conmovedor». 

Tras días de incertidumbre, en la zona de Las Coloradas, ubicada en La Isleta, esperan las familias de los menores. El lugar se presta como un espacio de apoyo. Grupos de vecinos y allegados cercanos se acercan hasta el lugar para ofrecer ayuda «a nivel emocional». El abuelo de Alejandro, que asegura que la relación con su nieto «es especial», valora la solidaridad con la que se ha encontrado: «Chapó por los canarios». 

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En el barrio de Las Coloradas la gente sale a la calle para mostrar unión. Están pendientes de ofrecer ayuda a los familiares de los menores. «Nos han brindado los baños de sus casas, nos traen comida. En los bares ni siquiera nos quieren cobrar los cortados y, hubo un día, que incluso nos trajeron un queque y chocolate caliente», comenta con un tono de agradecimiento la abuela de la novia de Alejandro, Clotilde.

Otros sustos

«Aunque se está haciendo todo lo posible por encontrarlos, los servicios de emergencias están trabajando al máximo y se han desplegado los dispositivos necesarios», Clotilde explica que, pese a que en la mañana de este martes la alcaldesa de Las Palmas de Gran Canaria, Carolina Darias, se acercó hasta el barrio, han echado en falta «un mayor apoyo institucional». Es «la cercanía de los vecinos» la que ha acompañado a las familias. 

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Los vecinos del barrio de Las Coloradas se muestran cansados de que pase «siempre lo mismo» y desaparezcan personas en su costa, y solicitan medidas de seguridad en una zona que ellos mismos señalan como complicada. Piden mayor responsabilidad y que se acote la zona de La Hondura, lugar donde desaparecieron Alejandro y Yassine, pues la gente se acerca a pescar y no está habilitado para ello. «El mar en Las Coloradas ya nos ha dado muchos sustos», concluyen.