Una influencer peninsular posturea en una zona peligrosa y prohibida de Canarias donde ha muerto gente

"Ser influencer no es proporcional a tener sentido común", les critican muchos

En los últimos años han muerto cinco personas en ese "paradisiótico" lugar

El prohibido baño de Marina Rivers en una peligrosa zona de Canarias

La conocida influencer española Marina Rivera Saldaña, también conocida como Marina Rivers, ha vuelto a ser objeto de críticas debido a una foto que compartió en sus redes sociales. A lo largo del tiempo, Marina ha estado involucrada en diversas controversias en las redes sociales, incluyendo declaraciones sobre los influencers y la adquisición de una casa. Sin embargo, esta vez su acción involucra un riesgo significativo para su seguridad.

Este sábado, 2 de septiembre, la influencer compartió una imagen en su cuenta oficial de X (anteriormente Twitter) en un lugar icónico de Tenerife: la cueva de El Tancón, ubicada en la localidad de Santiago del Teide. En las fotos, la creadora de contenido posa en un bikini y, en la segunda imagen, se la ve nadando en las aguas de las Islas Canarias.

Lo que Marina quizás desconocía o pasó por alto es que la cueva de El Tancón no es un área segura para el baño y su acceso está prohibido. Se trata de un "bufadero", una formación natural en la que las corrientes son impredecibles y es difícil para los equipos de rescate intervenir. En el pasado, varios turistas han perdido la vida en este lugar debido a las peligrosas condiciones.

Marina Rivers en El Tancón

Marina Rivers en El Tancón

La comunidad de usuarios en X no tardó en advertir a Marina sobre el peligro de su acción y también la criticó por bañarse en un lugar prohibido, lo que podría incitar a otros a hacer lo mismo debido a su influencia en las redes sociales. Los comentarios reflejaron preocupación por su seguridad, con declaraciones como: "El peligro es real. No es una zona de baño, ya sea con marea baja o alta. Es un bufadero (chimenea natural) donde muchas personas han perdido la vida". Otros comentaron sobre la importancia del sentido común y la responsabilidad al ser una influencer.

Esta situación pone de manifiesto cómo las acciones de las personas con influencia en las redes sociales pueden tener un impacto significativo, tanto en términos de seguridad personal como en la influencia que ejercen sobre sus seguidores.

"Sube la marea, no te enteras y te ahogas, pero ser influencer no es directamente proporcional a tener sentido común" o "Supongo que todo vale para la foto, incluso bañarte en un sitio prohibido y peligrosísimo donde ha muerto gente", se pudo leer en los comentarios a la publicación.

Cinco muertes en cuatro años en el paradisíaco charco

 El charco del Tancón, en realidad un bufadero, en Santiago del Teide, es un paradisíaco enclave de la costa suroeste de Tenerife donde cinco personas han perdido la vida en los últimos cuatro años, según datos de la plataforma Canarias 1.500 kilómetros de costa.

La última víctima mortal es un joven de unos 27 años, quien en la tarde de este jueves se estaba dando un chapuzón junto a otras tres personas, de las cuales una mujer fue rescatada e ingresó en estado crítico en el Hospital Universitario Nuestra Señora de la Candelaria.

El cadáver del chico fue localizado y recuperado este viernes por parte de efectivos del Grupo de Actividades Subacuáticas (GEAS) de la Guardia Civil.

El Tancón es un bufadero, un cueva generada por la erosión del oleaje con una abertura en el techo, por el cual entra y sale aire y agua a presión, muy frecuentada pese a que allí el baño está prohibido, como recuerdan diversas vallas informativas diseminadas en los accesos.

Pero eso le da igual a los bañistas ávidos de experiencias atraídos por las aguas cristalinas, el contraste de luces y sombras y la belleza salvaje de este entorno, muy popularizado en las redes sociales.

Sebastián Quintana, promotor de Canarias 1.500 kilómetros de costa, señala a Efe que El Tancón y el charco de La Laja, en San Juan de La Rambla, son quizá los dos puntos más populares para darse un chapuzón salvaje, y a la sazón, de los más peligrosos de Canarias.

En 2018, en esos dos charcos fallecieron cuatro personas, dos en cada uno.

Quintana indica que en el 80% de los accidentes en espacios acuáticos el denominador común es "la negligencia" del bañista, bien consciente o inconscientemente, por desconocimiento del peligro que entraña el medio.

Sostiene que existe "un error conceptual de base", pues "la maravillosa orografía de la costa" de Canarias no es peligrosa en sí misma; "el peligro", abunda, "empieza cuando alguien decide acercarse demasiado a un rompiente, a un acantilado o a un bufadero", cuando no se da un baño.

Sebastián Quintana esgrime que aparte de posibles daños ambientales por la masificación de turistas existe "un factor clave" que está siendo ignorado: "el riesgo".

Hace hincapié en que en la mayoría de charcos, bufaderos y demás no existen servicios de vigilancia, con lo que a mayor cantidad de bañistas, mayores probabilidades habrá de accidentes.

Otro cambio es su procedencia: antes de la irrupción de la covid-19 y sus efectos en el sector turístico, eran extranjeros ocho de cada diez, y ahora el 70% de los incidentes los protagonizan nacionales.

Sebastián Quintana llama la atención sobre un dato: Canarias es la única comunidad autónoma en la que la primera causa de muerte accidental son los ahogamientos, muy por encima de los accidentes de tráfico.