El hombre hallado en un charco de sangre en Puerto Rico murió de forma accidental

La víctima es un varón irlandés de 32 años que falleció el lunes en un complejo turístico por un golpe en la cabeza

Traslado del cuerpo del fallecido en los Apartamentos Colina Mar, en Puerto Rico

C. A. C.

Fue una muerte accidental. La autopsia practicada al turista irlandés hallado muerto el lunes en un complejo hotelero de Puerto Rico (Mogán) no deja lugar a dudas: no hubo otras personas implicadas en su fallecimiento. La víctima, de 32 años, se cayó en el interior de la habitación que había alquilado con un amigo y sufrió un fuerte golpe en la cabeza que le causó la rotura de la nariz, lo que provocó el charco de sangre sobre el que se encontró el cadáver.

El cuerpo de la víctima lo localizó una limpiadora de los apartamentos turísticos el lunes, a las 12.15 horas, cuando entró a arreglar la vivienda. En la habitación, boca abajo, estaba el fallecido y cerca de él, semiinconsciente y completamente desorientado, su amigo. 

«No sé qué pasó, no me acuerdo de nada», dijo a la Policía Local y a la Guardia Civil cuando llegaron al enclave, después de que los responsables del complejo diesen la voz de alarma. Tras recuperar la consciencia, este hombre declaró que llevaban dos días de fiesta, consumiendo sustancias estupefacientes, y que el día anterior habían estado toda la jornada celebrando el día de San Patricio.

Tras la llamada de alerta, la Guardia Civil a cargo de la investigación inició las pesquisas basadas en la recogida de pruebas, además de la inspección técnico ocular del apartamento que determinó, a la espera del examen forense, que el fallecimiento se debió a una causa accidental, ya que no había signos de forcejeo en el cadáver ni rastro de indicios violentos en la habitación.

También le tomaron muestras de ADN y declaración al amigo del finado, que aseguró que descubrió el cadáver cuando la limpiadora y los servicios de emergencia entraron en el apartamento y que no lo había visto antes, posiblemente, debido al estado en el que se encontraba.

La víctima es natural de Downpatrick, una localidad de Irlanda del Norte. El departamento de Asuntos Exteriores afirmó a The Journal que está brindando asistencia consular para poder repatriar el cadáver cuando se dé por finalizada la investigación. «Espero que pueda regresar a Downpatrick lo antes posible para que su familia pueda descansar. Nunca es fácil perder a un ser querido, pero ver una vida joven truncada en tales circunstancias es inimaginable», aseveraron políticos de la localidad al diario irlandés.