Los residentes de las viviendas sociales promovidas por Visocan en Telde han iniciado la constitución de una plataforma para defender sus derechos ante lo que consideran una actitud de maltrato y "tomadura de pelo" por esta empresa pública del Gobierno regional. Falta de mantenimiento desde hace años pese a los desperfectos cada vez más visibles en los edificios, un plazo indefinido para que los adjudicatarios de los pisos puedan acceder a su propiedad y un alquiler mensual excesivo, que supera incluso a cuotas del mercado inmobiliario, son las principales quejas de los afectados, aunque no las únicas que les preocupan.
Araceli Refoyo Cuenca es la presidenta de la recién constituida plataforma, que en estos momentos prepara un escrito para recoger firmas de los domiciliados en las 684 casas impulsadas por Visocan y que se reparten entre los barrios de Caserones Altos, Casas Nuevas, Callejón del Castillo, El Caracol, Ojos de Garza y Medianías y presentarlos ante las administraciones públicas, entre ellas el propio Ejecutivo regional y el Ayuntamiento de Telde.
"La alcaldesa mostró su interés por la situación de las viviendas sociales en el municipio y le enviaremos también el escrito para que conozca a fondo los problemas y carencias que sufrimos desde hace años", alega Refoyo Cuenca. Además, la directora general de Vivienda del Gobierno canario, María del Pino León Hernández, ha anunciado una visita al municipio para conocer de primera mano las demandas de los residentes en Caserones Alto. "Las críticas sobre la situación de las viviendas de Visocan en El Caracol han motivado que desde el Gobierno se hayan empezado a preocupar por la imagen ante la opinión pública, pero nosotros lo que queremos es que se nos resuelvan las deficiencias que hemos denunciado desde hace años y que nos digan cuándo podremos acceder a la propiedad de nuestras casas", apunta la presidenta de la plataforma.
Así, aunque aparentemente en mejor estado que los pisos de El Caracol, las 152 casas sociales de Caserones Alto (72+80), presentan "importantes problemas de humedad, cables colgando, cubiertas que se han tenido que impermeabilizar, grietas y otros defectos", indica también Alexis Cruz, un vecino de estas promociones que denuncia la desidia de Visocan con esta urbanización, aunque tampoco escapa de sus protestas la actitud del Ayuntamiento de Telde por el mal estado de las calles, sucias y donde apenas se recoge la basura. Como ejemplo, muestra una suerte de minivertedero en un árbol, donde las latas y otros desperdicios "llevan semanas aquí, sin que los hayan limpiado, pasan de largo".
Pero si la limpieza de los edificios les preocupa, aunque con una cuota de cuatro euros por residente se ha contratado un servicio que funciona bien, otra de sus demandas más destacadas es la liberarse de la espada de Damocles que supone no saber cuándo pasarán a su propiedad las viviendas. Araceli Refoyo recuerda que "los pisos se terminaron en 1996 y nos los entregaron en septiembre de 1997, hace 20 años, y nos dijeron que en 10 años pasarían a nuestra propiedad, pero aquí seguimos esperando".
La presidenta de la plataforma, además, señala que "también se nos aseguró que nunca pagaríamos de alquiler más de 23.000 pesetas [138 euros] y ya vamos por 380 euros, según los ingresos de cada uno, mayor que en alquileres privados, no tiene lógica".
Cruz ratifica esta situación y alega que "hay vecinos que se han marchado porque con esos alquileres y verse sometidos a lo que mande Visocan, que no permite hacer nada en las casas, prefieren pagarlo fuera".
