La familia de Abimael, el niño de ocho años que falleció en la madrugada del domingo tras atragantarse con un perrito caliente, colocó el pasado lunes flores, recordatorios e imágenes del pequeño en el lugar exacto donde falleció. Los abuelos, los padres, los hermanos y tíos del menor se acercaron hasta el recinto ferial que el Ayuntamiento de Telde preparó la pasada semana para celebrar las fiestas de San Juan para despedirse del pequeño de la familia a través de un homenaje muy emotivo. "Fuimos tras la incineración, que tuvo lugar en el tanatorio de San Miguel -Las Palmas de Gran Canaria-, sobre las cuatro de la tarde", asevera uno de los hermanos de la madre del menor, aún consternado por el terrible suceso.

La misa funeraria se celebra mañana miércoles 26 de junio, a partir de las 19.00 horas, en la parroquia de San Isidro, situada en el barrio de La Pardilla, de donde procede buena parte de la familia de Abimael. El evento unirá a familiares, amigos y conocidos del pequeño, que rezarán por su pérdida, así como lo han hecho durante estos últimos días en el tanatorio de Salinetas. "Han sido días muy tristes, los padres del pequeño aún no están muy aturdidos", confiesa el familiar, que prefiere mantenerse en el anonimato.

Los operarios de la Concejalía de Festejos, dirigida por Servando González, procedieron a retirar la mayoría de máquinas de este enclave ayer por la mañana, aunque todavía continúa en pie la gran hoguera de San Juan que nunca pudo llegar a quemarse. Desde el Consistorio decretaron dos días de luto -el domingo 23 y el lunes 24- para honrar el fallecimiento del menor y suspendieron todos los actos lúdicos que se habían organizado para esos días, tales como la quema de la hoguera, conciertos de la plaza de San Juan, la feria de artesanía y la trasquilada de ovejas.

El menor falleció pasadas las 12 de la noche, cuando un trozo del perrito caliente que esta degustando le obstruyó las vías respiratoras. A pesar de la presencia policial, de protección civil y del desplazamiento de dos ambulancias (una de soporte vital y otra medicalizada) que envió del Servicio de Coordinación de Urgencias, el niño quedó sin aire y falleció. Los expertos realizaron maniobras de reanimación durante tres cuartos de hora, pero no consiguieron salvar la vida del pequeño. Las hermanas del menor aseveraron el pasado lunes que sopesaban denunciar al Ayuntamiento de Telde, "ya que ninguno de los operarios de seguridad sabía cómo ejecutar los primeros auxilios", sostuvo Amy Oliva, que acompañó a su hermanastro al recinto de San Juan y presenció el horrible suceso.