El Barco de La Garita se convierte en un espacio de hostelería y restauración

El inmueble, que permanecía a la espera de compradores desde hace más de 20 años, abrirá en los próximos meses una decena de negocios

Benyara Machinea

Benyara Machinea

El centro comercial El Barco, ubicado al pie de la playa de La Garita, encuentra por fin compradores tras más de veinte años de búsqueda. El inmueble busca convertirse en el eje de la hostelería y la restauración del barrio con la apertura de una decena de locales comerciales, que esperan ver la luz antes de que finalice el año. Tres empresarios de la isla de Gran Canaria, entre ellos la sociedad Comercial Peret Carrizal S.L., se han unido para reformar el espacio y abrir una parte de los negocios, destinando los demás al alquiler para otras empresas de la Isla. 

La compra del espacio se materializó hace una semana y media, tal y como pudieron constatar algunos vecinos al notar que los carteles de venta habían desaparecido de la fachada. Esta idea se afianzó entre los residentes este miércoles, cuando apareció por las instalaciones un grupo de trabajadores que empezaron a tomar medidas para calcular las dimensiones. Sin embargo, la licencia de obras aún está a la espera de materializarse, como asegura el concejal de Urbanismo del Ayuntamiento de Telde, Héctor Suárez

"Todavía estamos estudiando los plazos con los constructores, pero esperamos que durante este año podamos empezar ya a proporcionar los locales a la gente para poder alquilarlos", incidió uno de los socios, que por el momento ha preferido mantener su nombre en el anonimato. La intención que comparten los compradores pasa por destinar este espacio a la apertura de restaurantes, cafeterías y otros establecimientos hosteleros que se irán perfilando en los próximos meses. 

De un supermercado a una discoteca

El centro comercial abrirá de esta forma después de más de veinte años en los que la actividad del lugar no ha llegado a arrancar. Las primeras visitas para vender el inmueble arrancaron en enero del año pasado de la mano de la inmobiliaria Marea y se hablaba de cuatro compradores potenciales. Entre las ideas que se estudiaban en ese momento se encontraban sobre la mesa las opciones de establecer un supermercado o crear un centro de ocio nocturno con la apertura de una serie de locales de chill out y pistas de baile. 

Finalmente los vecinos podrán tener concentrado en un céntrico espacio una gran parte de la oferta gastronómica del barrio. De esta forma el edificio se acerca por fin a la intención inicial que motivó su construcción, que pasaba por potenciar la economía de la localidad costera y ayudar a atraer a más clientes a los negocios que operan en la zona. 

En los últimos meses se han puesto sobre la mesa distintas opciones, pero ha sido la sociedad Comercial Peret Carrizal la que ha dado el paso definitivo para adquirir la propiedad. Esta formación, que se creó hace más de treinta años en el municipio de Ingenio, realiza actividades de alquiler de bienes inmobiliarios por cuenta propia, que compagina con la venta al por menor de bebidas en establecimientos especializados. En los últimos días también se han sumado a la compra otros dos empresarios más con sus correspondientes sociedades.

Una alegría para los vecinos

"Los vecinos y los establecimientos de la zona van a estar muy agradecidos con esta propuesta", incidió por su parte Miguel Santana, secretario de la asociación vecinal Punto y Seguido, que actúa en la zona de La Garita. El colectivo ha denunciado en reiteradas ocasiones los numerosos incendios que ha sufrido el edificio, así como las pernoctaciones y los fumaderos de drogas que se han formado en el espacio y que generan una inseguridad en el parque infantil situado al lado. 

Los residentes de la localidad celebran que la apertura de los consiguientes locales "ayudan a dar vida al barrio, sobre todo en esa zona, que es donde se concentra la mayor parte del tejido empresarial", remarca Santana. La diversificación de la oferta gastronómica, a su vez, pretende atender a las necesidades de los vecinos al mismo tiempo que atrae a nuevos visitantes para favorecer a la economía del área.

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La compra del centro comercial El Barco ha traído de cabeza a los vecinos de La Garita durante más de dos décadas, en las que el inmueble ya construido no llegaba a ver la luz. El abandono del lugar ha llevado a que se produzcan en este lapso una serie de incendios e incidentes denunciados por los vecinos. El recinto, que era propiedad del Banco Santander, se lanzó a la venta hace seis años por 1,05 millones de euros, que después se convirtieron en 85.000 euros a la espera de compradores. Finalmente, la sociedad encargada de realizar la compra ha decidido no revelar el coste exacto que supuso la transacción para abrir los establecimientos. El espacio deberá realizar reformas en los próximos meses para obtener el certificado final de obra y la licencia de primera ocupación, pues la construcción se paralizó en su momento.

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