Una nueva formación religiosa reabre el convento de Las Medianías
Las Hermanas de Claraval se asentarán las próximas semanas en este espacio, que en septiembre de 2017 dejaron las Carmelitas Descalzas tras casi 50 años
Fachada del convento de Las Medianías, a donde llegará un nuevo grupo de monjas en las próximas semanas para retomar la actividad. / Juan Castro
El convento de Las Medianías de Telde da un paso más en el camino para su reapertura con la llegada de un grupo de monjas que volverá a dar vida a este espacio en las próximas semanas. Las Hermanas de Claraval tomarán el relevo de las Carmelitas Descalzas, la formación religiosa que ocupó este lugar durante casi medio siglo antes de abandonar el convento en septiembre de 2017. La Diócesis de Canarias informa de que la llegada se producirá durante el periodo de Pascuas, una vez pasada la Semana Santa, aunque la fecha definitiva está aún por fijarse en los próximos días.
Por el momento ya han llegado las primeras personas de la congregación para preparar la llegada del grupo. Las hermanas vendrán a Canarias desde distintos continentes, muchas de ellas procedentes de América Latina, pues la formación religiosa tiene sede en una veintena de países. Solo en España la fundación cuenta de momento con 18 hermanas, mientras que en el convento de Las Medianías se desconoce por ahora cuantas monjas llegarán para retomar la actividad de las instalaciones.
La Diócesis de Canarias lleva en contacto desde hace cinco años con diferentes comunidades religiosas en vistas a reabrir las instalaciones. La formación que finalmente se instalará en el convento cuenta en total con 68 hermanas y dispone a nivel nacional de la fundación Sagrado Corazón de Jesús, que tiene su sede situada en Real de Jandía, dentro de la Comunidad Valenciana.
Las nuevas inquilinas del lugar llegarán desde distintos países para atender a los vecinos
Muchos feligreses del barrio han extrañado en estos seis años la presencia de clérigos o monjas en el convento para atender a los fieles de la zona. Este lugar fue construido en 1976, antes de ser demolido y reconstruido en el año 1990. Las Carmelitas Descalzas, que se autodenominan como un instituto religioso de carácter estrictamente contemplativo, fueron las encargadas de acompañar a los vecinos del barrio desde que se levantó este edificio hasta hace cinco años.
Es por ese mismo hecho que los vecinos tomaron con tristeza la marcha definitiva de la congregación religiosa, como hicieron palpable en la misa oficial de despedida que tuvo lugar el 17 de septiembre de 2017. Este acto contó con la presentación del monseñor Francisco Cases, obispo de la Diócesis de Canarias, que dio la despedida al grupo frente a cientos de devotos de la Isla y multitud de sacerdotes.
Una larga espera
Finalmente el grupo terminó marchándose de Las Medianías el 27 de septiembre, dando comienzo a una larga espera en busca de nuevas inquilinas. El vicario general de la Diócesis, Hipólito Cabrera, confirmaba en 2018, durante la misa y la procesión celebradas con motivo de las fiestas en honor a Nuestra Señora del Carmen que "desde el minuto cero nos pusimos a trabajar para que el convento volviera a ocuparse y de ahí que estuviéramos en diálogo con varias comunidades para concretar cuál de ellas puede encargarse del convento de Las Medianías".
La nueva agrupación religiosa recoge ahora el testigo de un grupo de monjas muy queridas en el barrio, que tras casi 50 años fueron trasladadas a otros conventos con más hermanas. La llegada de esta agrupación busca dar una nueva vida al espacio después de un parón muy largo para los creyentes que acudían a diario a las puertas del convento.
Seis años sin monjas
El nuevo grupo de religiosas de las Hermanas de Claraval llegarán desde distintos países para atender a los vecinos del barrio tras seis años en los que el convento ha permanecido abandonado. Sus anterioras inquilinas, las Carmelitas Descalzas, dieron vida a este espacio durante cincuenta años, antes de marcharse en el año 2017. Este grupo de mujeres se instaló en el municipio de Telde a mediados de la década de los setenta y empezaron a desempeñar sus funciones en una vieja casona, que finalmente tuvo que ser derribada tan solo 14 años después de su llegada por los problemas de cimentación que presentaba la estructura del edificio. Fue a principios de 1990 cuando pudieron retomar su actividad gracias a que la familia Massieu donó un solar para poder construir el convento actual. La congregación local estaba compuesta hasta el momento de su marcha por trece religiosas, de las cuales cuatro eran canarias y otras nueve habían llegado desde distintos municipios de la Penísula. Finalmente hace seis años se despidieron de Las Medianías con un acto que congregó a decenas de creyentes. Las componentes de la formación religiosa se repartieron por distintos territorios, donde continúan desempeñando su labor. | B.M.
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