Entrevista | Julio González Padrón Escritor y marino retirado

«El hundimiento del Valbanera provocó un miedo que frenó la emigración»

Julio González Padrón junto a su último libro, titulado ¡Habla, Valbanera!

Julio González Padrón junto a su último libro, titulado ¡Habla, Valbanera! / Benyara Machinea

Benyara Machinea

Benyara Machinea

El escritor Julio González Padrón presenta este jueves en el Museo Elder de las Ciencias su libro ¡Habla, Valbanera!, en el que rinde homenaje a las víctimas canarias del naufragio. En este ejemplar aporta una vez más su visión como ex marine para desentrañar los misterios que rodean al hundimiento, como el hecho de que no se encontraron los cuerpos de las 488 víctimas o de que, al partir de La Palma, el buque perdió su ancla.

¿Por qué se decidió a abordar en este libro el Valbanera?

Todo ocurre en 1998 cuando por una serie de razones que explico en el libro y coincidiendo con el 75 aniversario del hundimiento del Titanic un práctico inglés me hizo ver que ellos homenajean este hecho y los españoles no nos acordamos de nuestras víctimas. Eso me hizo cambiar la perspectiva así que me propuse investigar y me llevé la sorpresa de que todo lo que se había publicado era muy novelesco pero había poco dato científico. Durante 23 años me he puesto a recopilar datos para escribir ¡Habla, Valbanera!. Yo siempre digo que es en realidad abrir la caja negra del buque porque se trata de contar lo que realmente pasó visto por un técnico, siendo riguroso con la historia y contando narraciones de los testigos.

¿Qué aporta la visión de un técnico para esclarecer los hechos?

Todo porque los cuentos que puedas oír los conoce todo el mundo. Pero saber por ejemplo por qué se perdió el ancla en La Palma o por qué el barco salió diez días más tarde de Barcelona o por qué el capitán no sospechaba que era un ciclón, todo eso solo lo puede responder un marino profesional. O por qué, lo más importante, realizó esa maniobra final que le llevó a un banco de arena cuando él sabía que estaba allí.

¿Cuáles son las mayores dudas que encontró?

Mi primera duda fue que decía que el barco incomprensiblemente en la maniobra de reviro en la barca había perdido un ancla, pero perder un ancla era muy fácil por aquel entonces. De hecho, los barcos antiguos llevaban una segunda ancla preparada que nosotros le decimos en el argot marinero ancla de respeto. Ese fue el primer disparate.

¿Qué más incongruencias pudo ver?

Me llamó la atención que decían que el barco navegaba escorado. El oficial sabe que enderezar un barco de pasajes es lo más sencillo del mundo. Otro disparate era que decían que el capitán tenía prisa en llegar a La Habana porque había recibido un telegrama diciendo que se estaba formando un ciclón y es falso porque estando el barco atracado en Santiago la telefonía no podía funcionar, estaba prohibido por ley. Es más, el capitán siempre sospechó porque más tarde le informó el observatorio de Belén de que se estaba formando una tormenta tropical. El no sabía que era un ciclón.

Uno de los mayores misterios que rodean al accidente es que no se encontró ningún cadáver.

Dicen muchos que estaba lleno de tiburones y barracudas pero yo digo que no se lo comió ninguno porque cuando hay temporal el capitán da orden a los marineros de que se cierren todos los portillos. El barco se hundió y se quedó apoyado, así que el agua iría entrando poco a poco, pero el barco estaba herméticamente cerrado, ahí no entró nada. Además, fue muy rápido el hundimiento porque el barco tiene un centro de gravedad para estar flotando, pero desde que toca la arena el eje se dispara y el barco se hunde. Además, hay un error en la traducción del telegrama porque el comandante dijo que había un fuerte olor, el agua estaba turbia y solo se veía una cabeza flotando. Pero lo que estaba flotando era una de las partes del buque.

¿Qué historias le contaban los supervivientes?

En el libro incluyo historias de amor, hay algunas preciosas, otras muy tristes y otras más agradables. Dos chicos de Telde de 19 años tenían de destino final La Habana, pero desembarcaron en Santiago porque era la primera parada, se fueron a dar un paseo y se metieron a un cabaret por primera vez en su vida. Estuvieron tanto tiempo allí que cuando regresaron el barco ya se había marchado y por eso sobrevivieron. Hay otra historia que da mucha pena y es sobre el señor que sale en portada, al que llaman el loco de La Habana. Viajaba con su mujer y siete hijos. El barco paró en Santiago y él bajó, cogió el tren y fue hasta la casa para prepararla cuando lleguaran los demás. Sin embargo, el barco nunca llegó y se murieron sus familiares. El pobre hombre no quiso aceptar eso y todos los días iba hecho un pordiosero, dejó de comer, no se cuidaba, no se afeitaba y se volvió loco. Todos los días estaba en El Malecón balbuceando hasta que un día se lo encontraron muerto. Yo averigüé su nombre y que era de Garachico.

¿Entró el miedo de viajar a bordo de grandes buques?

Sí, hubo un parón porque entonces solo había dos compañías que llevaban a inmigrantes a Cuba y Filipinas, pero la carencia en Canarias era tan grande que se volcaba. Había auténticas premoniciones, como una niña que se pasaba todo el rato llorando porque decía que el barco se iba a hundir y, aunque iba para La Habana, los padres desembarcaron con ella en Santiago porque le dio hasta fiebre. En el capítulo de premoniciones hablo de todos aquellos que lo sospechaban porque el barco salió 10 días después de Barcelona y la gente ya pensaba que había algo raro, pero realmente era porque había salido un barco antes y no había carga suficiente. Lo del ancla la gente lo veía como signo de mal fario.

Sus conferencias armaron este libro.

Sí, yo desde el año de abril todos los días 9 de septiembre, hasta que descubrí que en realidad el accidente se produjo el día 10, vengo dando una conferencia sobre el Valbanera y hace 22 años. No había publicado nada hasta que el año pasado, cuando me animé con un libro donde habla el propio barco.

¿Todavía quedan misterios por resolver del Valbanera?

Yo le quité el misterio. El último era descubrir por qué el capitán tomó rumbo norte conociendo cómo él conocía las aguas pero yo lo descubrí. Cuando hace unos años se rompió el barco de Armas contra el muelle tuvo un cero y ahí me di cuenta de que lo que el Valbanera había tenido era un cero, se quedó sin gobierno y fue arrastrado. Te quedas sin timón ni nada, no hay taligrafía porque se rompió con el temporal. Los ciclones giran en el sentido contrario a las agujas del reloj pero cuando el aire llega al mar se desvía hacia el vórtice, es decir el centro, unos 14 grados. Tal como iba el barco le empezó a empujar ese viento y lo arrastró hasta allí. Mi última pregunta contestada es por qué cogió ese rumbo pero lo hizo perfecto porque primero fue al norte porque trató de esquivar el temporal pero entonces tuvo un golpe de mar porque el ciclón, que llegó a ser de fuerza cinco, le arrastró. Fue arrastrado, él no fue hasta ahí. De eso estoy seguro.

Suscríbete para seguir leyendo