Gregorio Louzara, el oceanógrafo que disuelve la sal

El teldense Gregorio Louzara comercializa en Malta, Indonesia, Arabia Saudí y Australia un dispositivo para reducir la contaminación de la salmuera de las plantas desaladoras 

El oceanógrafo teldense Gregorio Louzara

El oceanógrafo teldense Gregorio Louzara / Juan Castro

Cuando las rocas son el salón de juegos y las olas, el jardín, no resulta extraño que los pasos se encaminen hacia una vida profesional relacionada con el mar. Y así lo hizo Gregorio (Goro) Louzara, un vecino de Teldeque descubrió su vocación haciendo surf y que ha participado en la creación de un dispositivo que reduce la contaminación de la salmuera en los océanos.

Gregorio Louzara creció en La Garita y cuenta que cuando se aficionó al surf en su adolescencia «siempre me fascinó saber de donde venían las olas y cómo se formaban», así como «conocer el comportamiento de las corrientes marinas, por qué a veces había más o menos». Así, con la misma naturalidad con la que se desliza una tabla sobre la superficie del agua, optó por estudiar Ciencias del Mar en la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria.

Análisis de datos

Al finalizar la carrera, realizó prácticas y trabajó durante siete años en el Instituto Canario de Ciencias Marinas, en el departamento de Medio Litoral, donde su día a día transcurría «con equipos de medición, instalábamos correntímetros y analizaba datos».

Gregorio Louzara

Gregorio Louzara / Juan Castro

Fue allí donde aprendió a lidiar «con modelos numéricos para hacer simulaciones de corrientes y oleaje, hacíamos campañas oceanográficas, mediamos la calidad de aguas y del sedimento», entre otras labores que terminaron de definir a qué quería dedicar su vida profesional y le llevó a constituir la empresa Ecos, Estudios Ambientales y Oceanografía, junto a su socio Manuel Ruiz De La Rosa, «con la misión de trabajar por el desarrollo sostenible y por dejar un planeta mejor para las próximas generaciones».

Y justamente con ese objetivo Gregorio Louzara se embarcó en el proyecto nacional de investigación Venturi impulsado en 2008 por el Instituto Tecnológico de Canarias (ITC), realizando la asistencia técnica, junto a empresas y entidades como Canaragua, Elmasa, el Cedex, ICCM, IEO y DHI, y financiado por el Ministerio de Medio Ambiente, Rural y Marino.

A través de su empresa, Louzara participó en esta iniciativa para mejorar el proceso de dilución de los vertidos de salmuera a través de los eductores Venturi y reducir así «el impacto ambiental en los ecosistemas marinos».

Gregorio Louzara, en Melenara

Gregorio Louzara, en Melenara / Juan Castro

"Monté mi empresa con la misión de trabajar por el desarrollo sostenible y por dejar un planeta mejor para las próximas generaciones"

Gregorio Louzara

— Oceanógrafo y socio de ECOS

Pluma salina

Este oceanógrafo teldense explica que «la salmuera procedente del rechazo de las desaladoras contienen una alta salinidad», por lo que se trata de un agua mucho más densa que la del mar. Para conseguir la correcta mezcla, esta debe producirse en los primeros metros, «en lo que se denomina campo cercano». Una vez sobrepasado esta franja, la mezcla con el agua de mar es mucho más lenta debido a las diferentes densidades, algo así como lo que ocurre con el agua y el aceite, y «la pluma hipersalina tiene un efecto tóxico sobre las especies y ecosistemas, eliminado a las especies de organismos y vegetales que no soportan una elevada salinidad».

Con el dispositivo venturi se ha logrado reducir el campo de afección al agilizar el proceso de disolución de la salmuera procedente de las desaladoras en el mar, concreta Gregorio Louzara, que precisa que esto se consigue «reduciendo la salinidad del vertido hasta alcanzar salinidades próximas al agua de mar en pocos metros y eliminado la pluma hipersalina junto con su efecto nocivo». Este dispositivo es «más eficiente que los difusores convencionales».

«La pluma hipersalina tiene un efecto tóxico sobre las especies y ecosistemas, eliminado a las especies de organismos y vegetales que no soportan una elevada salinidad».

Gregorio Louzara

En el extranjero

A pesar de todas las bondades de este sistema, en Canarias solo dos desaladoras lo ha implantado, según los datos que maneja el responsable de Ecos, la que tiene Elmasa en el sur de Gran Canaria.

Por el contrario, «en países que disponen de una legislación ambiental muy restrictiva son una solución para los vertidos hipersalinos», apostilla Louzara, que indica que «actualmente hemos exportado esta tecnología desarrollada en Canarias a sitios como Malta y la isla indonesia de Borneo, donde se encuentran instalados en una planta de 5.000 metros cúbicos por hora». Además, ya se han realizado estudios para su instalación en emisarios de la costa occidental de Australia y en Arabia Saudí.

Un proyecto en expansión

La empresa que creó Gregorio Louzara, Ecos, cuenta con tres sedes, la principal, en Las Palmas de Gran Canaria, una en Madrid y otra en Cantabria, y una plantilla de 30 trabajadores, y realiza trabajos tanto en el territorio español como en países como Cabo Verde, Mauritania, Chile, Trinidad y Tobago, Libia, Colombia, Malta, Arabia Saudi, Australia e Indonesia.

Ecos se estrcutura en cinco departamentos principales, el área de Inspección, el de Medio Ambiente Terrestre, el de Medio Ambiente Marino, el de Oceanografía y Cambio Climático, y el de Ingeniería.

Entre los trabajos realizados, Louzara destaca "los estudios de calidad de aguas, sedimentos, estudios ecocartograficos, monitorización ambiental, diseño de emisarios submarinos, estudios climáticos, de corrientes marinas, de mareas, dispersión de contaminantes en el mar, batimetrías y geofísica, estudios de avifauna, I+D+i, estudios de oleaje y dinámica sedimentaria, robótica submarina, entre otros".