Modelos de la clase trabajadora

El sastre Elías Zoorio confecciona una pieza de ropa junto a su hija pequeña en el taller de costura que regenta. Una pareja de electricistas posa desde lo alto de un poste, apoyada únicamente en sus pies y en unas cuerdas de seguridad. Dos obreros hacen una parada para almorzar los platos que traen en una bolsa decorada con el logo de las Olimpiadas de México de 1968. Estas y otras estampas cotidianas conforman la exposición Retratados en el trabajo, lanzada por la asociación cultural Tyldet, que recoge 70 fotografías de la década de los sesenta realizadas por José Hernández Torres para poner en valor el trabajo de la clase obrera del municipio de Telde y del sur de la Isla.

"Tenemos que estar orgullosos de nuestros padres, cada uno tiene la formación que tiene y es lo que es gracias a la educación que le dan sus progenitores", aseguró Francisco Pérez, comisario de la muestra, que se podrá visitar en la Ermita San Pedro Mártir hasta el próximo martes. Con el fin de recoger una parte de la historia insular que no aparece recogida en los libros ni en las biografías, han optado por reflejar el punto de vista de los vecinos de a pie. "No nos hemos valorado, es muy típico sentirse orgulloso y tener en boca cuando uno es hijo de un médico o de un ingeniero, pero cuando uno es hijo de un albañil, de un panadero o de un carpintero existe ese primer impulso de guardárselo", añadió el miembro de la asociación. 

Es por ello que han optado por recoger, digitalizar y mostrar al público las imágenes que tomó en los años sesenta Hernández Torres. El fotógrafo empezó desde muy joven con una cámara que le había prestado su hermano mayor. Al tiempo decidió hacer de ello su profesión, más allá del trabajo que desempeñaba en la agricultura, y se dio de alta en el municipio de Telde, donde tomó la mayor parte de sus estampas. Muchas de sus tareas consistían simplemente en fotografiar eventos, como bodas, bautizos y comuniones, aunque al margen de ello plasmaba con su lente todo lo que captaba su atención. 

Cuando paseaba con su cámara en mano y veía una fábrica en construcción, una ambulancia frente a la Casa de Socorro o a un grupo de niños haciendo cola por un helado en el quiosco de la plaza de San Gregorio no dudaba en pararse y fotografiarlo. Lo que hacía como mera vocación ayuda a visualizar una parte de la ciudad de la que pocos rastros permanecen. Las imágenes muestran a betuneros de la ciudad, operarios en un surtidor de Texaco de La Montañeta de El Calero y a los trabajadores que conducían el primer camión de la basura que tuvo el municipio.

Cambios sociales

Uno de los aspectos más chocantes es la escasez de mujeres en las fotografías, que solo aparecen representadas desempeñando labores en la lavandería, en el almacén de tomates, bordando o en la peluquería. También sorprende la diferencia de edad, pues se pueden observar desde niños pequeños desempeñando tareas agrícolas hasta costureras de avanzada edad, bajo unas condiciones de trabajo con muchas deficiencias. 

Esta se trata de la XVII séptima exposición que lleva a cabo el grupo Tyldet dentro del proyecto Imágenes de un tiempo pasado, en el que también han reflejado temáticas como la emigración, el ciclo de la vida, las postales o los almacenes de tomates. El objetivo final es la recuperación de la memoria oral a través de fotografías, que completarán con un documental con las vivencias y anécdotas de las personas mayores.

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