Genética

La edad biológica puede revertirse en humanos

Los cambios genéticos asociados al estrés desaparecen una vez superada la crisis

El envejecimiento biológico puede revertirse.

El envejecimiento biológico puede revertirse. / Kacio en Pixabay.

Eduardo Martínez de la Fe

Eduardo Martínez de la Fe

Las experiencias de la vida provocan cambios genéticos en los organismos y precipitan el envejecimiento. Pero esos efectos son reversibles: el reloj de la vida se atrasa cuando superamos una situación de estrés, ha descubierto una investigación realizada con ratones y humanos. Una ayuda para la longevidad y el envejecimiento saludable.

Después del nacimiento, todos los organismos registran un proceso paralelo: por un lado, el tiempo que transcurre desde el alumbramiento, y por otro lado, el desgaste que experimenta debido a las experiencias de la vida.

Al primer proceso lo llamamos edad cronológica y al segundo edad biológica. Ambos procesos se separan poco después del nacimiento, porque la experiencia vital, que varía mucho de un organismo a otro, provoca que personas que tienen la misma edad cronológica muestren diferentes signos de envejecimiento o edad biológica.

Factores externos al organismo como el estilo de vida, la alimentación o la calidad del sueño, que varían mucho de una experiencia de vida a otra, influyen de manera decisiva en el desarrollo de las células: se acumula el daño celular, se pierden funciones y aumenta la susceptibilidad a las enfermedades, dependiendo en parte de esos factores externos.

Envejecimiento personalizado

El envejecimiento se manifiesta así con el paso del tiempo y se “personaliza” según la experiencia vital: en función de determinados factores ajenos a la biología, puede acelerarse o ralentizarse. Lo que no habíamos averiguado hasta ahora es si el envejecimiento también puede revertirse.

Sabemos positivamente que es inevitable y que, aunque la inmortalidad no se da en la naturaleza, podemos pensar en la amortalidad, que es la capacidad de mantenerse vivo de manera indefinida: hay una medusa, llamada Turritopsis nutricula, que se considera amortal.  Revierte su edad adulta a una edad sexualmente inmadura de forma individual.

Una nueva investigación ha introducido una cuña en los conocimientos que tenemos de estos procesos naturales al haber comprobado en ratones y humanos que la edad biológica puede revertirse, tal como explican los autores de este estudio en un artículo publicado en la revista Cell Metabolism.

Relojes epigenéticos

La edad biológica se mide mediante relojes epigenéticos. Se pueden conseguir en el mercado y determinan la edad biológica de una persona con disponer únicamente de tres gotas de sangre.

Estos relojes hacen análisis moleculares que cuantifican con bastante precisión el envejecimiento: registran ciertos cambios químicos en el genoma, particularmente la metilación del ADN.

La metilación del ADN es uno de los mecanismos epigenéticos implicados en la regulación de la expresión génica en los mamíferos, que es vital en el desarrollo embrionario y otros procesos vitales.

Sin embargo, la metilación de ADN varía a lo largo de la vida y en ocasiones conduce a cambios significativos en la estructura de la cromatina, que es la forma en la que se presenta el ADN en el núcleo celular.

En determinados momentos, el envejecimiento se revierte en los organismos.

En determinados momentos, el envejecimiento se revierte en los organismos. / Sabine van Erp en Pixabay.

Decorando al genoma

La metilación se desarrolla mediante la adición de grupos metilos, pequeños compuestos químicos que decoran el genoma con las experiencias de la vida sin alterar por ello la secuencia del ADN, o el programa genético básico de un organismo.

Ese decorado del genoma puede provocar, no obstante, alteraciones en la transcripción genética sin afectar a la secuencia del ADN: los segmentos de genes ya no se pueden leer bien o incluso que no se pueden leer sin más. Es uno de los factores del envejecimiento.

Todas estas señales químicas se pueden registrar a través de la sangre e interpretarlas para calcular la edad real de las células y de los órganos, y detectar así la edad biológica de un organismo.

En la nueva investigación, los científicos utilizaron relojes de metilación del ADN para estudiar los biomarcadores del envejecimiento en humanos y ratones en respuesta a varios estímulos estresantes.

Ratones estresados

En el caso de los ratones, los investigadores provocaron una situación extremadamente estresante para sus organismos: “cosieron” quirúrgicamente a varias parejas de ratones con diferentes edades cronológicas (unos tenían tres meses y otros 20 meses de edad) y los separaron tres meses después.

La difícil experiencia de estos ratones provocó un aceleramiento súbito del envejecimiento de los más jóvenes, constatado en cambios genéticos en el corazón, hígado y cerebro.

La sorpresa vino a continuación: solo dos meses después de que los animales fueran separados, todos los signos de envejecimiento acelerado que habían experimentado con la cirugía desaparecieron. Por primera vez se comprobó así que la edad biológica es reversible.

También a nivel humano

Un experimento de la misma naturaleza, pero muy diferente, se desarrolló también con seres humanos, sometidos asimismo a eventos muy estresantes a corto plazo.

Se emplearon de nuevo los relojes epigenéticos para analizar varias muestras de sangre de personas mayores que tuvieron que ser sometidas a una cirugía de urgencia tras una fractura de cadera: antes del procedimiento, inmediatamente después y de cuatro a siete días después del quirófano.

El resultado de estos análisis determinó que estas personas habían experimentado un envejecimiento súbito solo en un día, si bien una semana después los pacientes volvieron a ser biológicamente tan jóvenes como antes de la operación, según su reloj de ADN.

Este experimento sirvió también para descubrir que este proceso de envejecimiento súbito no ocurre cuando las personas se someten a una cirugía planificada con tiempo. Solo ocurre cuando es inesperado, motivado por una intervención de urgencia.

Otros factores

La investigación sirvió también para determinar que el embarazo acelera también el envejecimiento, tanto en personas como en ratones, si bien esos cambios genéticos desaparecen después del nacimiento.

En el caso de enfermedades graves, también se determinó que las personas pueden envejecer más deprisa a corto plazo, aunque los resultados obtenidos de pacientes con COVID 19 ingresados en cuidados intensivos no permiten asegurar que siempre hay reversión de los cambios después de la recuperación.

Aunque la reversión completa del envejecimiento súbito se observó con mayor frecuencia en las mujeres, no se descarta que tenga que ver con los medicamentos aplicados, advierten los investigadores.

Reversión con matices

La conclusión general que puede obtenerse de este estudio es que, sin lugar a duda, la edad biológica puede revertirse, y no solo acelerarse o ralentizarte.

Esta conclusión tiene sus matices, ya que se refiere a cambios experimentados durante un corto periodo de tiempo (meses en ratones, semanas o días en humanos), por lo que se desconoce si a largo plazo esos cambios genéticos pueden revertirse con la misma facilidad. También hay que tener en cuenta que la metilación del ADN es solo uno de la veintena de factores relacionados con el envejecimiento.

Los investigadores sugieren, no obstante, que la epigenética que tanto nos condiciona la vida a largo plazo podría tal vez también ser reversible y convertirse en un factor de longevidad y de envejecimiento saludable.

Referencia

Biological age is increased by stress and restored upon recovery. Jesse R. Poganik et al. Cell Metabolism, April 21, 2023. DOI:https://doi.org/10.1016/j.cmet.2023.03.015

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