Climatología / Neurociencias

El cambio climático podría estar relacionado con el aumento de los accidentes cerebrovasculares

No se trata solo del calor: el frío intenso también es un gran peligro

El nuevo estudio ha evaluado la carga global de accidentes cerebrovasculares atribuida a una temperatura no óptima.

El nuevo estudio ha evaluado la carga global de accidentes cerebrovasculares atribuida a una temperatura no óptima. / Crédito: Peggy and Marco Lachmann-Anke en Pixabay.

Pablo Javier Piacente

Una nueva investigación ha demostrado que el número de muertes ligadas a accidentes cerebrovasculares y otras patologías relacionadas ha ido creciendo desde 1990, a la par del aumento de las temperaturas extremas. Durante 2019, el último año analizado, más de 500.000 muertes por accidentes cerebrovasculares se vincularon con temperaturas "no óptimas", provocadas por el calentamiento global.

De acuerdo a un nuevo estudio publicado en la revista Neurology, un equipo de científicos concluye que el fuerte incremento a escala planetaria en la cantidad de muertes relacionadas con accidentes cerebrovasculares, desde la década de 1990 hasta los últimos años, tendría una estrecha relación con las temperaturas extremas generadas por el calentamiento global. El impacto sería mayor en las regiones con bajo índice sociodemográfico, según los especialistas.

Temperaturas extremas y ACV

"Los cambios dramáticos de temperatura en los últimos años han afectado la salud humana y han causado una preocupación generalizada. Nuestro estudio encontró que estos cambios de temperatura pueden aumentar la carga de accidentes cerebrovasculares en todo el mundo”, indicó el autor principal del estudio, el científico Quan Cheng, del Hospital Xiangya de la Universidad Central Sur en Changsha, China, en un comunicado de la Academia Estadounidense de Neurología.

Los hallazgos muestran que en 2019 más de 500.000 muertes por accidente cerebrovascular se vincularon con temperaturas "no óptimas", o temperaturas fuera del rango habitual. Los hombres se vieron ligeramente más afectados que las mujeres, pero todos los grupos de edad estuvieron incluidos en esta tendencia.

El accidente cerebrovascular (ACV) es una enfermedad común, especialmente en los sectores poblacionales de mayor edad, y puede ir acompañada de complicaciones y secuelas graves. Además de ser una de las principales causas de muerte a nivel mundial, también está ligada a otras discapacidades de importancia. Según los investigadores, la relación con las temperaturas extremas se hace más clara en las zonas con menor densidad poblacional y con atención médica más dispersa geográficamente, como por ejemplo en África o Asia Central.

No es solo el calor

De acuerdo a un artículo publicado en Futurism, la relación entre el calor intenso y los accidentes cerebrovasculares no explica por completo el problema. Los científicos descubrieron que la gran mayoría de los casos fatales fueron causados en realidad por temperaturas más bajas. Es que el frío puede hacer que los vasos sanguíneos se contraigan, aumentando la presión arterial de la persona, uno de los factores de riesgo más importantes de accidente cerebrovascular.

En concreto, el problema parecen ser las temperaturas extremas: los cambios en el vórtice polar, una región de baja presión y aire frío cerca de los polos de la Tierra, generados por un incremento de las temperaturas en esa zona, han provocado al mismo tiempo que las marcas térmicas desciendan más de lo habitual en otras regiones del planeta. Esto se debe a que el frío polar está llegando a áreas sobre las que normalmente no impactaba.

El trabajo es el primer estudio que evalúa la carga global de accidentes cerebrovasculares atribuida a una temperatura no óptima, entre 1990 y 2019. Pero aunque la tendencia en el aumento de los casos de ACV y de los fuertes cambios climáticos es evidente desde 1990 hasta la actualidad, los investigadores creen que se necesitan más datos para poder confirmar por completo la asociación entre ambos fenómenos.

"Se requiere más investigación para determinar el impacto del cambio de temperatura en el accidente cerebrovascular y encontrar soluciones para abordar las desigualdades en salud. Las investigaciones futuras deberían apuntar a reducir esta amenaza, encontrando políticas de salud efectivas que aborden las causas potenciales del cambio climático, como la quema de combustibles fósiles, la deforestación y los procesos industriales", concluyó Cheng en la nota de prensa.

Referencia

Burden of Stroke Attributable to Nonoptimal Temperature in 204 Countries and Territories. A Population-Based Study, 1990–2019. Quan Cheng, Chunrun Qu et al. Neurology (2024). DOI:https://doi.org/10.1212/WNL.0000000000209299

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