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Una inundación de Primera

El Estadio de Gran Canaria sufrió la furia de la lluvia, que entró al gimnasio, los vestuarios y el garaje

Una inundación de Primera

Ninguno de los operarios de mantenimiento había visto antes nada igual en los doce años de vida que tiene el Estadio de Gran Canaria. La tromba de agua que cayó ayer en la capital de la Isla inundó los garajes, el acceso a los vestuarios, anegó el gimnasio y encharcó el césped de la casa de la UD Las Palmas en Siete Palmas.

Los diferentes actos que estaban previstos en el Gran Canaria se vieron afectados por el diluvio que colapsó la ciudad en la mañana de ayer. Primero, el desayuno informal que Ángel Víctor Torres, vicepresidente y consejero de Deportes y Obras Públicas del Cabildo de Gran Canaria, preparó con los medios y que acabó suspendido. Más tarde, la rueda de prensa de Miguel Ángel Ramírez, presidente de la UD Las Palamas, para explicar la paella solidaria que se iba a ofrecer el domingo en la Fan Zone y que quedará aplazada para otra jornada.

De menos a más

Con el pasó de las horas los litros de lluvia taponaron los desagües del Gran Canaria y el desembocadero final que comparte con el colindante Arena y la Plaza Sur que precede al pabellón de baloncesto.

El agua comenzó a brotar por varios frentes, con la Grada Naciente como principal afluente. La incapacidad del alcantarillado para tanta lluvia provocó que los espacios abiertos que posee el Estadio no aguantasen tanto líquido. Y de ahí, se colaron directamente a las partes bajas del campo de fútbol. La más afectada, el gimnasio, donde el agua cubría los pies y mojó todas las máquinas que usan los futbolistas de la UD Las Palmas sin excepción.

El acceso a los vestuarios, en la planta superior, también estaba inundado. Y al descubierto, el césped, mimado en las tres últimas semanas, donde no se ha pisado ni un día. Sin embargo, ayer lucía charcos notables, que se espera que no afecten al terreno de juego. El agua en abundancia es perjudicial y puede provocar un desastre en la hierba.

Desde ayer, los empleados de mantenimiento de la instalación se emplean a fondo para que el Estadio esté a punto para el choque del domingo contra el Villarreal.

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