En el ártico del balón, la UD descorcha el 2019 con un test satánico. 80 días después de su última victoria -20 de octubre ante el CD Numancia-, los de Herrera visitan al Rayo Majadahonda (20.00 horas, TVC) en el Cerro del Espino con la soga al cuello. Habrá una temperatura de cero grados y una cortina de pánico envuelve el devenir de un escudo a la deriva. Solo la primera parte ante el CD Tenerife mostró síntomas para la resurrección del gigante.

A cuatro puntos de la zona de descenso a las catacumbas de la Segunda B, los amarillos buscan sepultar la depresión con las ausencias de Sergio Ezequiel Araujo, por un tema burocrático, así como las de Javi Castellano y Blum por lesión. En este apartado de bajas, figuran por decisión técnica las de Sacko y Parras, los dos con el petate hecho para dejar el vestuario en este mercado invernal. Pero la más destacada es la del capitán David García.

Tras el naufragio ante el Córdoba en el Nuevo Arcángel -22 de diciembre por (4-1)-, Herrera señala a García como culpable del caos defensivo. Con el estratega catalán, la UD ha recibido doce tantos en las últimas tres salidas ante Cádiz (4-1), Lugo (4-2) y el once nazarí (4-1). El Ferrari legionario de los 19,2 millones de tope salarial se encuentra en una situación límite. Coqueteando con el abismo y sin margen para el despiste. Cada error cuesta la vida.

Marca la zona roja este modesto club madrileño -con apenas seis 'kilos' de presupuesto y cuatro de tope salarial-. En el sexto encuentro de la 'era Herrera', un nuevo descalabro podría tener consecuencias. En las últimas trece jornadas -cinco con Herrera y ocho con Jiménez-, la UD contabiliza el único éxito ante el cuadro soriano.Van nueve sin ganar.

Solo existe un precedente entre amarillos y madrileños, y se remonta al pasado septiembre en la disputa de la tercera eliminatoria de la Copa del Rey. Pasaron los de Iriondo, en el Gran Canaria (1-2), dejaron la partitura de los Robin Hood de Segunda. Robo, contragolpe y un sello despiadado, que también maneja registros como el control. Hablan varios idiomas: posesión y pegada.

Debuta en una relación de citados el defensa Eric Curbelo -subió esta semana del filial y se le hizo ficha profesional-. Herrera lo quiere como lateral derecho, lo que provocaría el adelantamiento de Álvaro Lemos, que ya brilló con este rol ante el CD Lugo en el Anxo Carro.

La ley del 'Moña'

Juan Cala, junto a Deivid o Mantovani, y el regreso de De la Bella, que relevaría a un dubitativo Dani Castellano, completan la muralla de la UD. La consigna es dejar la portería a cero, circunstancia que no se repite fuera de casa desde el pasado 10 de noviembre. Por no hablar del último éxito foráneo del plantel amarillo, que se remonta al 16 de septiembre ante el Extremadura.

Las victorias del Nástic de Tarragona, ante el Córdoba, y la del bloque extremeño, ante el Alcorcón, aprietan una zona baja con descargas eléctricas. La silla del pecado.

En su comparecencia, Herrera exculpaba el grado de ansiedad en la nefasta toma de decisiones. "Lo que pasa es que estamos cometiendo muchos errores. El problema somos nosotros mismos", realzó el estratega amarillo, cuyo efecto de revulsivo se diluye tras mes y medio. Los de Iriondo suman tres derrotas en su fortaleza y tienen a Aitor García a su máximo realizador (4).

Con nueve goles y una asistencia, Rubén Castro tiene la ecuación mágica en su bota para encontrar el Santo Grial. El gran aspirante al ascenso lucha por eludir el descenso. La condena del millonario. En la penúltima jornada de la primera vuelta, la UD sigue a la búsqueda de un patrón de juego y atrás es un coladero. Faltan atributos y categoría moral para escapar de las llamas. En el congelador del terror, Herrera busca recuperar su crédito. Bienvenidos a la Santa Inquisición del Cerro del Espino. Un desliz mete a los isleños en el fango. Cortar la hemorragia o al infierno en limusina.