El embrujo del debutante. José Mel Pérez, tras saborear un estreno de cine, se mostraba cauto. Destila humildad tras conquistar Riazor. "Todavía no hemos hecho nada, nos queda un camino enorme por recorrer. No tenemos tiempo para celebrar ninguna victoria. Como no ganemos mínimo siete partidos de los trece que quedan, ésta victoria no valdrá para nada. Así que ahora habrá música en la caseta, pero eso no durará mucho. Mañana [hoy para el lector] toca entrenar y tendremos que volver a empezar", apostilla.

En relación al tanto de Aythami Artiles, que debutó ayer para iniciar su tercer ciclo en la UD, destiló su vena cómica. "Me alegra porque Aythami me ha ayudado mucho desde que he llegado a este equipo. También he de destacar el trabajo de Araujo, que ha sido brutal y ha dado todo hasta que no podía más (...) Ya le dije que espero que no tenga ir al podólogo con ese uñazo", aseguró sobre el tanto.

Aplaude el trabajo del Dépor, que llevó al límite a una UD voluntariosa que se mete de lleno en la lucha por el playoff. "Hemos jugado con un equipo que transita muy bien entre el ataque y la defensa. Hemos estado a la altura, mejor en la segunda parte que en la primera porque teníamos más el balón. Les hemos hecho correr y se han cansado".

Insiste el estratega de la UD en la importancia capital de encadenar de tres a cuatro triunfos para instalarse en la zona de privilegio."Este equipo necesita ganar, aunque juguemos horroroso es fundamental ganar. Desde el lunes ya pensamos en el próximo rival. No les dejaré ni un minuto. A entrenar y a pensar en el Mallorca, que es el próximo rival. De nada vale, si ahora nos relajamos y volvemos a perder. Hay que seguir trabajando hasta la extenuación".

Y tuvo Mel un wasap para el aficionado amarillo, que debe jugar un papel capital en esta cruzada por lo imposible por el ascenso."En los ascensos que he tenido he visto cómo suben los equipos para también sube la afición. Hemos puesto la primera piedra para que la afición perdone a los jugadores".

Cala y el debate de los zagueros

Mel esconde sus cartas y no da pistas en relación a la configuración del eje central, de cara al pulso ante el RCD Mallorca y el regreso de Juan Cala -sancionado ayer y baja ante los coruñeses-. "Déjeme descansar estos días y ya hablaremos del próximo partido. Ha sido una semana de mucha presión e intensidad. Tenemos que afrontar con el máximo de garantías el próximo partido. No nos vamos a relajar por este resultado en un escenario exigente".

En su regreso a Riazor, Mel destiló diplomacia y elegancia en relación a la situación del bloque deportivista. El nuevo técnico de la UD fue despedido del banquillo gallego en octubre de 2017. "Siempre tendré buenas palabras para un equipo como el Deportivo", aseguró. Aplaude el remate de Aythami, desde la frontal, que abre la puerta de los sueños. "Es un paso, solo eso. Tenemos que estar listos para un final de campeonato tremendamente exigente. Insisto, no hemos hecho nada. Todavía queda un mundo y no podemos permitirnos el lujo de relajarnos".