Rubén Castro mejora de su lesión con rapidez, sin embargo, no estará mañana (20.30 horas, TVC) en el partido de su homenaje en el Benito Villamarín no sólo porque sigue sin entrenar con el resto de sus compañeros, sino también por precaución, dado que el único objetivo de la UD Las Palmas es que llegue al próximo 18 de agosto en condiciones de jugar el primer partido de LaLiga SmartBank -el nombre que recibe esta temporada la competición de Segunda- frente al Huesca en el Gran Canaria.

Al isletero se le diagnosticó una tendinopatía isquiotibial después de realizarse una prueba en Sevilla el pasado jueves, cuando se trasladó desde Marbella, lugar de concentración de los amarillos, para ser examinado por un médico de su confianza, que determino el alcance de la afección que le ha impedido estrenarse durante la pretemporada.

La última vez que el delantero trabajó con el grupo fue el martes pasado. Tras realizar unos primeros ejercicios abandonó el terreno de juego porque sus sensaciones no eran buenas. Desde entonces, no había vuelto a pisar el césped hasta ayer. Primero estuvo en el gimnasio, posteriormente realizó carrera continua en un campo anexo, luego tocó balón y por último llevó a cabo un trabajo de fuerza.

En la media hora que permaneció sobre el verde, siempre junto al readaptador del club, Andrés Pérez, que organizó todo el trabajo, el atacante mostró síntomas de estar mejor de lo esperado. Así lo confirman los recuperadores de la entidad, sin embargo, pese a su rápida evolución la UD prefiere reservarle.

Nadie del club pudo confirmar si, al menos, participaría unos minutos con el objeto de recibir el homenaje que le ha preparado el Real Betis, donde jugó durante ocho campañas, tiempo en el que se convirtió en el máximo goleador de la historia del club verdiblanco, con 148 tantos.

En cualquier caso, Rubén Castro no competirá mañana an el Villamarín, donde no se espera un lleno, pero habrá un gran ambiente. De momento, fuentes de la entidad andaluza aseguran que se han vendido ya más de 30.000 entradas y vaticinan que en el último día antes del choque habrá un empujón. Todos ellos podrán ver in situ la sorpresa que el Betis tiene preparada para una de sus leyendas; un secreto que sólo se desvelará momentos antes del inicio del partido. "No queremos desvelar el programa de actos para que sea una verdadera sorpresa", comentan las mismas fuentes.

Un problema arriba

Los avatares de la pretemporada impedirán que Rubén Castro reciba su homenaje y, al mismo tiempo, participe en el encuentro, pero todos coinciden en que será igualmente emotivo tanto para la afición de Heliópolis como para el propio jugador.

La UD, por su parte, sólo quieres que el Moña llegue al primer partido liguero, algo que, por cómo entrenó ayer y se espera que lo haga en los próximos días, está garantizado, siempre y cuando no sufra un recaída en una zona, además, muy delicada.

La presencia del grancanario se antoja fundamental para Las Palmas, que ha evidenciado en los partidos de preparación que tiene una grave falta de pegada. Su ausencia, unida a la de Sergio Araujo, también lesionado, han dejado huérfana la delantera, en la que sólo figuran Edu Espiau y Boris Rapaic, que en principio fue fichado para el filial.

Es por ello por lo que la entidad amarilla no quiere forzar a Rubén a que juegue el partido de su homenaje, para evitar riesgos. Lo importante es la competición y la misma y empieza el 18 de agosto. Ahí es donde debe estar.