De Anquela a Sampedro. Pasando por Natxo González y Martí. La crisis y la incertidumbre marcan la llegada del Dépor a Gran Canaria. Desde que usted llegó al Dépor -agosto de 2018- ya ha tenido cuatro entrenadores. Esto parece el ciclo de Pako Ayestarán que padeció usted en la UD -al vasco cabe sumar Manolo Márquez, Paquito Ortíz y Paco Jémez en la 2017-18 del horror que llevó a los amarillos a Segunda-. ¿A qué atribuye esta búsqueda constante de boceto táctico?

Al final siempre mandan los resultados. Hay que diferenciar las dos temporadas. En la pasada [2018-19], con Natxo hicimos un buen año y la cosa se torció en un mes. Quizás se vio amplificado porque teníamos todos los partidos en casa por la desaparición del Reus. Parecía que era el mes para encaramarnos definitivamente al ascenso directo. Y no bajarnos de ahí. Fue el peor mes de competición del equipo. Decidieron cambiar. Martí, con altos y bajos, logró, dejarnos en una situación que prácticamente era medio ascenso [el cuadro gallego se presentó a la vuelta de la final con un 3-0 en Son Moix]. Lo perdimos. El club decidió cambiar de entrenador, para evitar lo que ha pasado. Nadie esperaba este inicio de Liga tan malo. Que si hubiese pasado con Martí tendría menos crédito que Anquela [duró diez jornadas con una sola victoria].

El Dépor permanece de manera espiritual en la final del playoff en Mallorca. Usted sigue sumido en ese segundo 'Cordobazo'. ¿Perder el ascenso de esa manera tan cruenta sigue pasando factura?

Levantarse es complicado. Yo estuve en el del Córdoba y toda esa gente que salta te roba el ascenso. Pero lo de Mallorca lo tenías controlado y lo pierdes en el césped. Fue mucho más humillante. Pasé vergüenza. No estar el equipo a la altura...yo tampoco lo estuve. Solo haciendo lo que hacíamos en Liga, que nunca habíamos perdido 3-0, quitando la excepción del duelo ante el Cádiz, que nos hicieron tres tiros y tres goles, nos bastaba. En todo el año no nos había pasado y toca ese día. Éramos fiables a nivel defensivo, es cruel porque no estás a la altura. Pero no nos quedamos ahí.

¿Entonces qué pasa?

La pretemporada no fue muy real y queda enmarcada por el control económico y salidas de jugadores que eran vitales. Los ve usted ahora en Primera y triunfan. Sale gente vital y tienen que encontrar su sitio poco a poco, asentarse en el proyecto y el míster que viene carece de tiempo. Nunca hemos podido trabajar todos juntos. El día del Albacete, con el VAR, están ocho minutos revisando la acción. Más el partido ante el Numancia...Te metes en dinámica negativa y es difícil salir.

Un nuevo técnico, apenas cuatro días de trabajo ¿Dónde radica la prioridad de Sampedro ante una UD lanzada con tres victorias consecutivas?

Frenar el número de goles que arrastramos en contra. Cerrar el grifo es la prioridad. Eso no quiere decir que vayamos al Gran Canaria a encerrarnos. Sabemos las armas con las que contamos. Con orden y disciplina, con la intención de mandar en el partido.

El duelo de la 'V'. Vicente Gómez contra Jonathan Viera. Crecieron juntos desde la 2010-11 en el universo profesional de amarillo y se ahora se miden. ¿Cómo piensa frenar a Viera?

Cuando tenga la bola, estar todos cerca de él. No es cuestión de un solo futbolista. En corto, va a crear situaciones de peligro. Los que estén detrás, que tapen todas las líneas de pase. Siempre ha sido de los mejores. El mejor antídoto es que tengamos el balón. La mejor manera de anularlo es teniendo el balón. Ahí se puede frustrar. Posesiones largas, alejarlo del esférico y ser protatonistas, lo desactivaremos.

¿Es emotivo medirse a un buen amigo, con el que usted tocó el cielo en Primera en el Bernabéu (2017)?

Tengo una muy buena relación, es la primera vez que nos medimos. Nos vamos a reír cuando nos miremos en el campo. Espero que siga haciendo las cosas de maravilla pero desde el siguiente partido. Nosotros sí necesitamos ganar.

Dijo en sala de prensa en A Coruña que es el mejor de la Liga y uno de los más desequilibrantes de Primera...

Ya lo ha demostrado. En estas últimas cuatro jornadas, no solo en los goles (3) y asistencias (2), sino en la dinámica del equipo y en cómo afecta a la forma de jugar del equipo de Mel. Es diferente. Todo lo gobierna Viera, hace mejores a sus compañeros. Siempre te habilita en situaciones de ventaja. Solo hay que mirar sus números. Nadie lo hacía, más allá de los grandes, solo Sarabia en su etapa en el Sevilla. Un equipo de la entidad de la UD, si analizas sus números, son de los mejores. No es descabellado. Ya lo hizo en China. Por encima de los dos grandes que todos sabemos, está Viera.

¿Pero la UD es únicamente Viera? Pedri, Fabio, Mantovani, Aythami Artiles...

Jonathan es la guinda. Al gran momento de todos, se suma Viera. Cuando está bien, más ese trabajo coral, llegan los resultados. La portería está muy bien cubierta, la pareja de centrales funciona...Jonathan mueve todo con Pedri. A Íñigo Ruiz de Galarreta y Fabio ya los conozco bastante. Ahora se ve al Fabio que todos esperábamos.

Lo de Fabio ya lo anunció usted el pasado verano.

Ese descubrimiento es muy fácil. Sube en la etapa de Setién y lo hablábamos con el Flaco [Valerón]. Es que no pierde la bola. Al nivel que estábamos y se integra y no pierde la bola. Era complicado por el nivel que había de calidad y precisión en aquel equipo. No va a destacar por dar grandes pases, pero siempre tiene el mismo nivel. No hace cosas raros. Siempre juega con inteligencia.

¿Qué dice de Pedri? ¿A qué atribuye esta irrupción majestuosa?

Si sale con esa edad es que será una estrella. Es de los mejores de la liga, no es descabellado. Desde el día uno que lo vi en el amistoso ante el Betis en el amistoso ya lo pensé, cada día lo veo mejor. Da igual la parte en la que esté del campo, que si por fuera o por dentro. Lo hace bien y con una facilidad. Sin alardes. Lo que el equipo precisa, un talento precoz. Mucho se tenían que desviar las cosas para que no sea esa estrella que apunta.

¿Qué le falta en el Dépor para convertirse en ese Vicente que maravilló en Primera de amarillo?

El año pasado empecé muy bien, a un nivel de regates eficiente y salía a divertirme. Todo pasó por la figura de Natxo, le encantaba mi juego. Quería que todo funcionase a través de mi juego. Luego pasamos de 4-4-2 y llega el tratar de no perder la zona, pues ya no soy el mismo. Trato de adaptarme cuando hacemos otro tipo de fútbol. Cuando hay un partido en el que bajamos la bola al suelo con posesiones largas, destaco y piso área. Pero si hay que ir a la segunda jugada, balón largo...Pues no destaco.

¿Anquela fue un lastre para usted?

Con Anquela lo pasé mal al no jugar. Empiezo la liga de suplente, lo tenía asimilado. Tuve una rotura importante en los 'isquios' en el verano. Hay fichajes, sabía que iba a comenzar en el banco. Juego de titular ante Albacete y Sporting, fueron de los mejores partidos. Ver que no tienes continuidad...Anquela me dijo que me había admirado de futbolista, así me lo hacía ver en pretemporada. Nunca vio el momento de ponerme. Me dijo que no fue capaz de sacarme el máximo rendimiento, viendo quizás que estaba mejor que otros de mis compañeros.

Firma el ascenso de UD y Dépor.

Dónde haga falta. Ponga el folio.

Le escucho y parece entrenador. ¿Pagaría por ser el segundo técnico de Setién?

Por estar un año con Setién pagaría pero cien por cien. De jugador, de segundo técnico, pero no me retire todavía. Siempre me ha gustado el fútbol y su concepción muchísimo, le pido a los analistas del Dépor que me pasen los vídeos con la cámara táctica. Disfruto con la salida de balón de los equipos, analizar lo que haría y no haría. Cuando viene un técnico, le pregunto ciertas cosas. Me gusta el juego por eso. No solo me quedo con la acción directa, con el pase, el control...Me encanta, soy futbolista. Disfruto con la bola, y paredes, pero me gusta el análisis táctico. Setién me dejó marcado, porque si eres inteligente y utilizas todas las armas tácticas, puedes ganarle a cualquiera. Ahí tiene el ejemplo de la UD en Primera. Con menos armas que grandes portaaviones hicimos grandes partidos, fuimos líderes... Y me quedé enganchado.

Vicente, entrenador.

No lo veo.

La madre de todos los tópicos. ¿Y si marca en Siete Palmas -no lo hace desde abril del 2017 de amarillo en el Gran Canaria ante el Real Betis- ? Con el Dépor, en noviembre, no lo hizo tras marcar Duarte...

No lo celebro ni loco. No saldría a celebrarlo. Me alegría muchísimo, desde que me lesioné no he marcado y a lo mejor el bucle se cierra ahí, dos temporadas después. Tras malas sensaciones, si meto, se cierra esa herida. Me alegraría, hasta entrenando, pierdo al fútbol tenis y me cabreo. Por respeto y por sentimiento, no lo celebro.