Magia contra vigor. Toque frente a velocidad. Es lo que representan las recuperaciones de Jonathan Viera y Pedri González, entre algodones durante la semana y que finalmente están disponibles para la cita de mañana (19.00 horas, Movistar LaLiga 1) contra el Extremadura, que se caracteriza por desplegar un juego muy distinto al de los amarillos. Es, en definitiva, un duelo de estilos.

Lo sabe Pepe Mel."Ellos en su campo no se encierran atrás, sino que van a por ti y cierran los espacios. Querrán proponer un partido muy físico, con un ritmo muy alto al que nos tendremos que adaptar. Nuestros jugadores ya lo saben y deben llevarlo a cabo en el campo. Es cierto que es un campo incómodo para cualquier rival", comentó el técnico de la UD en su comparecencia.

A favor de Las Palmas está el hecho de que, con la presencia de sus dos estrellas, no tendrá que cambiar su filosofía tal y como hizo 15 días atrás en Miranda de Ebro, donde el madrileño se vio obligado a alinear un equipo de circunstancias por las 12 bajas con las que contaba, sobre todo en la defensa. Esa UD no fue, ni mucho menos, la UD que había maravillado un mes atrás cuando la magnífica racha de cuatro victorias seguidas, ni la que el domingo pasado arrasó al Real Oviedo, ya con buena parte de los titulares recuperados.

Pedri, que tuvo que pasar la noche del miércoles al jueves en un hospital por culpa de un virus de estómago, según reveló el propio entrenador en una entrevista con este medio, entrenó ayer con normalidad junto al resto de sus compañeros y cortó de cuajo cualquier sospecha de ausencia en la cita de Almendralejo. Viera, por su parte, tuvo que retirarse antes de tiempo en las sesiones del miércoles y del jueves por unas molestias musculares, que finalmente no le impedirán jugar el partido.

Entreno en Almendralejo

Así que en el Francisco de la Hera se enfrentarán no sólo dos equipos que buscan sumar los tres puntos, sino dos manera de entender el juego. El de los locales, más vigoroso; el de los visitantes, más pausado. Y siempre bajo el mando de la sociedad más temible de la categoría. "Si quitas a Pedri y a Viera, el grupo tiene un mérito tremendo, porque aceptan algo que es natural, asumen su liderazgo -de Viera y Pedri-", aseguró Mel. Por tanto, la supremacía de ambos está más que reconocida y aceptada en el vestuario amarillo.

A falta del último entrenamiento que tendrá lugar esta tarde en la localidad extremeña, a donde la expedición de la UD prevé llegar pasado el mediodía por carretera desde Sevilla, el once de Mel está decidido. Sólo habrá un cambio con respecto al último partido: Alberto de la Bella, recuperado de se virus estomacal, sustituirá a Benito en el lateral izquierdo.

El hecho de que sólo haya una modificación implica que Álvaro Valles volverá a ser el portero titular, por tercer encuentro consecutivo. "A día de hoy no tengo motivos para cambiar. El último partido salió bien", sentenció el madrileño, que mantiene su decisión de sentar a Josep, el que había sido indiscutible hasta que pidió el cambio en el descanso del choque ante el Alcorcón tras cometer un error garrafal.

No es, al fin y al cabo, sino un toque de atención del técnico al valenciano, al que dará una nueva oportunidad, si no ocurre un contratiempo, en el partido de Copa del Rey frente al Castellón el próximo 17 de diciembre (19.00 horas) en Castalia.

También ha caído en el ostracismo Mauricio Lemos, cuyo rendimiento ha decepcionado al entrenador, que insistió hasta la saciedad en su continuidad durante la pretemporada, y se quedó fuera de la convocatoria por decisión técnica. El otro futbolista que no viajó por el mismo motivo fue Kirian, que cumplirá su segundo partido consecutivo en la grada. Fabio González, por su parte, fue el otro descarte, pero en su caso por los mismos problemas en una cadera que le privaron de jugar varios encuentros al principio de la campaña.

Consideró Pepe Mel en la previa que en una categoría tan igualada como la Segunda División las rachas positivas o negativas hacen que los equipos se coloquen arriba o abajo en cuestión de unas pocas jornadas. "Pierdes dos partidos y te vas abajo y ganas dos y estás arriba. Tenemos que encauzar unos partidos que nos metan en el sprint final para los 10 últimos partidos. Mi obsesión es que el equipo llegue bien colocado a marzo o abril y engancharnos a esa zona que está muy cerca", dijo el madrileño.

Por eso esa supuesta tranquilidad clasificatoria -decimotercero- no es tal, porque todo puede cambiar muy rápido. Pero también para bien, sobre todo cuando se juntan Viera y Pedri, que elevan el juego de la UD. Y mañana, en Almendralejo, el reto será mayor, pues se enfrentarán a un estilo opuesto.