Pareció un partido cualquiera de pretemporada ante un rival muy inferior, pero esta vez había varias cosas en juego que obligaban a no fallar. Además de la obvia, o sea, la clasificación para seguir adelante en la Copa del Rey, sobre el césped del Municipal de Varea estaba también en juego el prestigio de algunos jugadores, los que menos –en su mayoría– aparecen en los onces de Mel. Y en un panorama en el que casi nada tenían que ganar y muchísimo que perder, salieron airosos.
Sin embargo, unos más que otros, porque pese al aprobado general del equipo tras golear como debía (0-4) a un conjunto que milita en la Tercera División riojana, el CD Varea, hubo desquitados y gafados. Los máximos representantes del primer grupo fueron Cristian Cedrés y Pietro Iemmello, mientras que el segundo tuvo como único actor a Aridai Cabrera.
Lejísimos todavía de ser el futbolista que deslumbró en el RCD Mallorca, el grancanario estuvo bien. Participó, desbordó alguna vez y estuvo participativo, pero él quería marcar un gol y la oportunidad para hacerlo se le negó durante todo el partido. Tuvo dos claras, una en la primera parte y otra en la segunda, esta última un mano a mano, pero resolvió mal en ambas ocasiones.
Más allá de su mal fario, al menos demostró que hay vida delante del número 7 de la UD, y eso, en un futbolista que lleva ya casi un año en el club y que vino con la vitola de gran refuerzo, sin haberlo demostrado en todo este tiempo, ya es mucho para Pepe Mel.
Por contra, Cedrés e Iemmello rubricaron su buena actuación con goles. El isleño venía de ser sustituido al descanso del choque anterior frente al Alcorcón, ante el que había actuado como lateral derecho, y se reivindicó con un tanto y una asistencia. Y con Álvaro Lemos como socio.
Pronto, en el minuto 7, el extremo recibió el balón del gallego y con el control se abrió el hueco precioso para cruzarlo ante la salida del portero. Un rato después, en el 34, devolvió un pase al lateral para que este, desde dentro del área, encarrilara la eliminatoria para Las Palmas. Suficiente ya para quitarse el mal sabor de boca de su última aparición y llamar la atención del técnico.
Para Iemmello, por su parte, el choque era como estar en el paredón con una única posibilidad de salvarse: el gol. Si no marcaba en su tercer partido consecutivo como titular, ante un rival de Tercera, estaba sentenciado. Lo hizo justo un minuto después del que consiguiera Lemos tras una buena maniobra para plantarse solo delante de Benji y batirle por bajo.
Fue un alivio, porque poco antes había tenido una ocasión clara para disparar y prefirió darse la vuelta para dar un pase atrás, tal y como hiciera también contra el Alcorcón. Al menos el italiano cuenta ya con un gol en su haber, y quizá le sirva de impulso para llegar a ser el delantero que metió 19 goles el curso pasado en el Perugia y que buscaba la UD para su equipo.
Por otro lado, la cita ante el Varea también dejó varias buenas paradas de Valles en su regreso a la portería, minutos de valor para Javi Castellano después de su lesión y el estreno de dos jugadores del filial, el central Coco y el mediocentro Diego. Ambos entraron en la segunda parte y estuvieron correctos. Con ellos, Mel ya ha hecho debutar a 21 platanitos.
Pasó la UD y hoy conocerá a su nuevo rival, que puede ser de Primera. En cualquier caso, será otra oportunidad para que vuelvan a surgir desquitados. Ante el Varea, por lo pronto, no fallaron.
