Sábado, 4 de junio de 2022. Son alrededor de la diez de la noche. "Cuando terminó el partido contra el Tenerife en el playoff en casa se lo dije a mi familia: 'El año que viene me gustaría estar ahí, sentir lo que se vivió y poder defender a mi isla en el campo". Sandro Ramírez lo tuvo claro en ese preciso momento. También Vitolo, presente igualmente en la grada del Gran Canaria y con el que había visto "muchos partidos" de la UD el curso pasado, cuando ambos militaban a préstamo en el Getafe. "Los dos teníamos muy presente ese sueño y esas ganas". Dos meses y medio después, los dos están donde querían.

Costó mucho más la llegada del delantero, porque las negociaciones entre la entidad amarilla y el Huesca estuvieron enquistadas hasta que el fin de semana pasado llegaron a buen puerto. El entuerto se resolvió con una cesión hasta final de temporada con una opción de compra que, en realidad, no lo es, porque el jugador ya sabe su futuro. "Confío en el presidente -Miguel Ángel Ramírez- y confío en Luis -Helguera-, y estoy seguro de que en verano esa compra se efectuará y yo voy a pertenecer del todo a la UD. Es más, lo siento así ahora mismo y sé que no voy a volver a mi anterior club". La revelación fue, al mismo tiempo, una sentencia.

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Presentación de Sandro Ramírez, nuevo fichaje de la UD Las Palmas José Carlos Guerra

La hizo al final de una presentación que arrancó con media hora de retraso y que se prolongó durante un cuarto de hora, en la zona donde su ubica la cantina de Barranco Seco, muy cerca de donde Sandro se ejercitó por primera vez junto a sus nuevos compañeros después de pasar el reconocimiento médico por la mañana en el Perpetuo Socorro. No dio ni una pista sobre cuándo estará listo para competir. Lo que sí reconoció es que tuvo una charla con García Pimienta en ese sentido y que no está en su mejor nivel. "He entrenado en solitario durante prácticamente un mes y ahora me toca ponerme el mono de trabajo para aportar y estar listo lo antes posible para que el míster pueda contar conmigo cuando lo crea necesario", comentó.

Efectivamente, el grancanario, que regresa a la UD 13 años después de que se marchara al FC Barcelona en edad de cadete, ya con 29 años, pasó "momentos complicados" en los últimos meses, tal y como confiesa, porque se declaró en rebeldía y el Huesca no facilitó su salida. "Un día parecía que estaba hecho y al otro no, pero bueno, el presidente y Luis me dieron su palabra. Tuve muchas reuniones con ellos -los dirigentes del Huesca- y se los dije desde el primer momento: 'Voy a salir y sólo veo volver a casa'. No tenía otra opción en mente". Porque desde la eliminación frente al Tenerife ya lo tenía claro.

"Todo niño que nace en esta isla y crece sintiendo los colores de la Unión Deportiva siempre tiene el sueño de jugar en el primer equipo, de jugar en el Gran Canaria, de disfrutar de su afición, de vestir de amarillo, y yo hoy realizo un sueño". Fue prácticamente su primera frase, en una alocución voluntaria en la que después tuvo un recuerdo para Kirian y mostró su agradecimiento a todos los que hicieron posible su llegada a Las Palmas y también a los seguidores. Un muestra de madurez, de seguridad, de sentirse cómodo en el entorno.

Quizá por ese motivo no dudo en reconocer en qué posición prefiere jugar. "Me siento más cómodo de delantero centro. En otros equipos me han puesto en banda y no me he sentido del todo cómodo, pero al final lo importante es jugar", dijo, al tiempo que no quiso ponerse una cifra de goles. "Mi objetivo es mejorar los números de los últimos años. Creo que vengo a un club idóneo, con una filosofía de juego que me viene muy bien".

Seguramente como la que tenía el Málaga CF de la temporada 2016-17 que empezó con Juande Ramos en el banquillo, continuó con Marcelo Romero y finalizó con Míchel González. "En ese momento llegaba sin confianza del Barcelona. Ese último año no pude disputar los minutos que me habría gustado. Era muy difícil: tenía a tres bestias por delante que querían jugarlo todo. Busqué un sitio en el que me sintiese importante y supiese que iba a tener minutos para coger esa confianza que todo futbolista necesita. Di mi mejor versión. Disfruté mucho", aseguró.

Ahora su nuevo jefe es Xavi García Pimienta, con el que coincidió en las categorías inferiores del Barça. "Nos conocemos a la perfección. Venimos de la misma casa y entendemos el fútbol de la misma manera. Sabe que puede sacar mi mejor versión y el que más me va a apretar es él".

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En el campo, todos esperan su asociación con Jonathan Viera y Vitolo y es consciente de la expectación que han generado. "Tenemos a los dos mejores jugadores de la categoría sin ningún tipo de duda. No sabemos lo que va a pasar de aquí a final de año, pero sí estoy seguro de que nos vamos a divertir muchísimo", aventuró. Más en concreto sobre el de La Feria, aclaró: "No es sólo lo que hace en el terreno de juego, sino también fuera, como capitán. Es un ejemplo para todos. Es el primero que llega y se pone a trabajar y eso es muy importante para que el grupo le acompañe para conseguir el objetivo".

Es una incógnita cuándo podrán juntarse los tres en el campo. De momento a Sandro le faltan semanas de trabajo para participar con la UD, el equipo de su vida. Su lema para conseguir el objetivo es el de todos, "partido a partido", pero no esconde que quiere subir a Primera. "Lo he hablado muchas veces con la familia. Tengo una muy buena relación con Roque Mesa y siempre me decía que el ascenso era el mejor logro que había conseguido en su vida". Palabra del '9'.