A pesar de llegar el último, el interés informativo le colocaba en el primer puesto. El Presidente del Senado le invitaba a posar frente a las cámaras. Mas se mostraba un poco reacio pero al final cedía aunque solo lo hizo durante pocos segundos ante la insistencia de los periodistas. Ya en el interior Mas era el centro de todas las miradas, hasta la vicepresidenta del Gobierno se asomaba para contemplar su saludo con el Rey.