En el Vaticano, el Papa Francisco ha vuelto a sorprender con un nuevo gesto. Ha sido en una misa en la Basílica de San Pedro. Al finalizar su homilía sobre la importancia de la confesión, el Pontífice ha querido dar ejemplo. Cuando el maestro de ceremonias le acompañaba a escuchar las confesiones de los fieles, el Papa le ha dicho "espera" y él mismo ha ido a confesarse. Durante cuatro minutos, Francisco ha permanecido arrodillado ante un sacerdote desconocido y, tras recibir la absolución, se ha marchado al confesionario asignado para él.