Cultivar marihuana es algo cada vez más común. No es una planta difícil de cultivar, por lo que cada vez más gente se une a esta moda de plantarla en casa. Y aunque muchos de ellos ni siquiera consuman la planta, la verdad es que el olor que deja en casa y lo divertido que resulta cuidarla hace que gane cada día más adeptos.
En el post de hoy os daremos algunos truquillos que podéis seguir `para plantar vuestras propias plantas de marihuana en casa, sobre todo, para los que sois principiantes. Este post os servirá como una especie de guía de cultivo, donde podréis consultar los pasos esenciales para que vuestra planta crezca de forma fácil.
Elegir la semilla
Lo primero que debemos hacer es escoger la semilla que queremos utilizar. Para esto, lo mejor es ir al Grow Shop más cercano a nuestra casa y dejarnos aconsejar por el dependiente. Él nos explicará que tipos de semillas tiene en stock y cuál nos puede venir mejor de las que tiene, ya que somos principiantes.
Hay cepas de marihuana realmente difíciles de cultivar, aptas solo para expertos, por lo tanto os aconsejamos que digáis siempre que sois primerizos. Otra de las cuestiones es qué tipo de marihuana queremos cultivar: índica (relajante) o sativa (energética).
Interior o exterior
Para los principiantes lo mejor es plantar en una terraza, es decir, es exterior. Necesitaremos un sitio donde la planta reciba el mayor número de horas de luz posible (no hace falta que le dé directamente el sol todas esas horas, solo que reciba luminosidad).
Si os animáis a cultivar en interior, tened en cuenta que necesitaréis armarios de cultivo, focos y demás material que en exterior no necesitaréis.
Germinación
El primer paso para conseguir nuestra propia planta de marihuana es la germinación. Durante este proceso lo que haremos será introducir entre dos algodones empapados en agua la semilla de nuestra planta. Meteremos estos algodones con la semilla dentro en un taper o un bote que dejaremos en un lugar oscuro. Cuando la raíz de la semilla haya crecido unos 2 o 3 centímetros pasaremos al cultivo, nunca antes.
Cultivo
El siguiente paso será poner la tierra en la maceta, mejor si conseguís una de tela. Haremos un agujero con el dedo índice, hasta la mitad, más o menos y ahí enterraremos la semilla germinada. Directamente, ponemos la maceta en el sitio donde le dé más luz. A partir de aquí será muy importante mantener la humedad correcta, con un difusor de agua.
Floración
Cuando la planta comience a crecer y se le vean las primeras hojas o las primeras “flores” se recomienda dejar que la naturaleza haga su función. Podemos ayudar un poco dándole a la planta algún nutriente líquido mezclado con el agua.
