Seis murgas infantiles se subieron ayer al escenario de Santa Catalina para demostrar que el espíritu murguero está presente desde que uno es pequeño. Hacía años que este encuentro no se celebraba, pero después de ver la ilusión de los niños se auguran muchas más citas como la de ayer.

Los primeros en subirse al escenario fueron los componentes de la murga Los Biznietos de Kika, fundada en 1984, seguidos por Los Baby Chancletas, creada en 1988. Los terceros en cantar lo que pensaban fueron Los Sintonitos, al tiempo que poco a poco el parque se iba llenando, sobre todo, de críos disfrazados.

Minutos después saldrían Los Biberones, quienes recibieron un fuerte aplauso del público por su implicación a lo largo de tres décadas en el Carnaval capitalino, motivo por el cual recibieron un reconocimiento.

Otra murga veterana, Los Legañositos, procedentes de El Carrizal, fue la quinta en salir a interpretar sus temas. Para finalizar los últimos en salir al escenario fueron Los Chachitos con sólo un año de trayectoria.

Malestar murguero

Mientras que la versión mini cantó feliz ayer, las murgas adultas están que trinan porque para la Gran Gala de hoy sólo está prevista la actuación de las ganadoras: Los Serenquenquenes, Los Chacho Tú y Los Trapasones. Algo con lo que no están de acuerdo Los Twittys que se alzaron esta edición con el premio El Criticón otorgado por los medios de comunicación. Según sus componentes, ellos también deberían salir al escenario esta noche porque han recibido un reconocimiento. Está previsto que las tres murgas que sí saldrán esta noche hagan alguna crítica en contra de la decisión de la organización del Carnaval de dejar de lado a los Twittys.