Después de pasar por todos los móviles del país, después de ser el protagonista de infinidad de memes y haber dado alguna que otra sorpresa inesperada a los más despistados, ahí estaba él, el negro del Whatsapp en el Carnaval de Día de Vegueta. Inconfundible. Gorro de propaganda, toalla azul al cuello y una inconfundible y característica virilidad en tamaño XL para no defraudar a los fans. Este fue el atuendo "barato y original" que, acompañado con un poco de pintura y ropa marrón, se convirtió en el disfraz ideal con el que disfrutar para Mariano Serrano, Antonio Armas, Javier Bordón y Carlos Alemán.

"Nos duele ya el cuello de tanta foto", comenta divertido Serrano poco después de haber posado con los últimos que les han pedido inmortalizar el momento. Claro, no todos los días se tiene delante a una celebridad con semejantes dimensiones. "La verdad es que pensábamos que nos íbamos a encontrar a más personas vestidas como nosotros, pero por lo que hemos visto somos los únicos", explican. Y no será porque no había gente en el histórico barrio capitalino donde ayer se celebró la primera jornada diurna de los carnavales de Los locos años 20.

Y es que el Carnaval de Día se ha consolidado como uno de los grandes reclamos para pequeños y mayores. "Nos gusta, sobre todo, por que no hay malos rollos y el ambiente es muy familiar, aunque nosotros no vengamos muy idóneos para la ocasión", bromea Antonio Armas, el único repetidor del grupo en este evento.

La atmósfera animada por la música, las barras de los bares de la zona en la calle y "la seguridad" son los aspectos más valorados de esta iniciativa que, un año más, se ha convertido en la principal opción de ocio carnavalero de muchos amantes de esta fiesta. De hecho, a muchos les sabe a poco y consideran que "debería haber más días así". Este es el caso de Juan Carlos Alonso, uno de los miembros del cuerpo municipal de Bomberos que acude a Vegueta disfrazado de las también famosas muñecas infantiles Monster High.

En oferta

"Que se haga la fiesta por la mañana es una gran idea, entre otras cosas porque se aprecian los disfraces", apunta Luisa Urréjola quien, junto a su hermana Raquel y varios amigos, se han engalanado de artículos de "Nidea". Que no es poca cosa. "Este fue el primer Ikea que se puso en Las Palmas en los años 20", explica una Raquel convertida en una lámpara de pie - concretamente el modelo Ënkandyla-, que tiene versión de lectura con brazo extensible -el suyo-, unas medidas "perfectas": 90x 60x 90 y, lo mejor de todo, está en oferta. Con tales características y la fiesta que hay montada es normal que se nieguen a que los lleven de vuelta al almacén. "Si tuviésemos que ponerle una nota al Carnaval de Día de uno a diez, le daríamos un 11", aseguran antes de proseguir con la jarana.

El centenario barrio de la capital fue el epicentro festivo en el que se dieron encuentro mascaritas de todo tipo. No obstante, Triana también se contagió del espíritu carnavalero gracias a un par de grupos musicales como Los guardaplasmas que amenizaron la calle cantando la despedida de Rajoy.