Vía Barcelona se desplazó en la mañana de ayer hasta Baleares la expedición de la UD Villa Santa Brígida, encabezada la misma por el técnico, Israel Quintana. Un técnico que para nada se muestra confiado a pesar del abultado marcador a favor con el que se presentan los satauteños en tierras baleares, tras el 4-0 obtenido la pasada semana en Los Olivos.

El cuadro del centro de la isla de Gran Canaria acude hasta Mallorca con elevados ánimos, pero lejos de sentirse confiado, porque el respeto es la primera premisa que ha inculcado Quintana de cara a esta eliminatoria, y a las que puedan sucederle, pretende imponer su estilo de juego con la intención de, además, hacer valer asimismo ese resultado de la ida.

Para ello, el técnico del cuadro satauteño volverá a confiar en ese tridente que, en el choque del pasado sábado, resultó mágico: el recién fichado Rosmen -el lanzaroteño abrió la lata frente a los baleares en esa gran segunda parte que hicieron los satauteños-, el bigoleador Santi Domínguez y Pablo Álvarez -aunque este último no anotó en la ida-, y muy probablemente repetirá, salvo cambio puntual y pensado muy a última hora, la misma formación que alineó de entrada en Los Olivos el pasado sábado.

El choque, que dará comienzo a las 11.00 horas (hora canaria), se presume intenso, pues los hombres de Pep Barceló -renovado por el conjunto balear antes del inicio de la fase de ascenso-, quieren dar una alegría a sus seguidores y sueñan con lograr una remontada que se presume épica, para seguir adelante y obtener su pase a la segunda y definitiva eliminatoria para lograr su obtjetivo de acceder a la categoría superior.

Objetivo que tampoco quiere dejar escapar el Villa Santa Brígida, sobre todo después de que se le escapara el pasado curso, tras no superar ninguna de las dos eliminatorias que afrontó.