"Santiago tiene una importante carga psicológica para los galdenses". Con esta metafórica sentencia el vecino galdense Benito Quesada daba lustre y color al paso del señor Santiago, una ruta por las calles de la histórica Gáldar, abarrotada de fieles en el día de la fiesta mayor del municipio.

De la azotea de la basílica sonaban las doce campanadas del mediodía y, debajo, el inicio de la misa, presidida por el obispo de la diócesis, Francisco Cases, un entrante para la procesión posterior y la sentencia de don Benito.

La de ayer fue una cita organizada. Media hora ante, a las 11.30, el alcalde de la localidad norteña, Teodoro Sosa, presidía el comité de bienvenida de los representantes de media isla. Allí se personaban los alcaldes de Santa María de Guía, Agaete, Firgas, Arucas, La Aldea, Moya y San Mateo, así como concejales de otros municipios.

Tampoco faltó a la cita la consejera de Sanidad del Gobierno autonómico, Brígida Mendoza, el diputado Román Rodríguez, el presidente del Cabildo de Gran Canaria, José Miguel Bravo de Laguna, con una interminable lista de presentes que incluía a autoridades militares, antiguos pregoneros, junto al de este año, Rafael Rodríguez, el cronista y juez de paz, representantes vecinales y la muy aclamada y proclamada Guayarmina de este año, Esmeralda Sosa.

Quince minutos después de esta monumental recepción arrancaba la denominada procesión cívica, con línea de salida en las Casas Consistoriales y Pendón Real bajo mazas a bordo y con rumbo a la basílica de Santiago, con la banda municipal dando redoble y una iglesia con cientos de devotos aguardando su llegada.

El paso embaucaba. Candelaria Rodríguez llegaba desde Santa Brígida para ver lo que para ella fue novedad. "Es la primera vez que vengo a esta procesión", asegura, "y me parece una tradición muy bonita que espero que nunca se pierda".

En torno a las 12.15 horas daba comienzo la solemne eucaristía, presidida por el obispo de la diócesis de Canarias, Francisco Cases, quien habló de la historia del patrón de la ciudad, que fue uno de los apóstoles de Jesús de Nazaret y conocido como Santiago el Mayor. Hermano de Juan el Apóstol, Cristo, su maestro, le llamó el boanergués, hijo del trueno, apodo que "quiero creer le puso con cariño", según confesaba el propio obispo.

Cases abundó en la historia del patrono hasta su final, que llega a filo de espada por orden de Herodes Agripa I, rey de Judea, entre el año 41 y el 44 de nuestra era, martirizado en Jerusalén. "Fue uno de los apóstoles que murió por Jesús, y de ahí el predominante color rojo del altar, por la sangre que derramó; todos los galdenses pueden estar orgullosos de que este sea el patrón de su municipio", señala Cases.

Benito Quesada, natural de Gáldar, seguía abundando en la sustancia de la fiesta, "que mantiene en la memoria los tiempos antiguos".

A otros, como a Fayna González, la cita le "emociona mucho", sobre todo, "al ver salir al apóstol". Asimismo, Pedro Antonio González, opina que "la procesión es muy bonita, pero me gusta igualmente asistir a la eucaristía".

Durante la misa, seguida atentamente por los fieles y cantada por la Coral Polifónica de Gáldar, el obispo no se desentendió de los tiempos que "estamos atravesando, con una enorme crisis de fe como consecuencia de nuestras propias incongruencias, y por ello es bueno que hoy nos preguntemos por la fortaleza de nuestras creencias y su consistencia. La fiesta de Santiago es un buen momento para analizar y revisar la forma de vivir nuestra fe", concluye Cases.

Cuando se acercaba el final de la eucaristía, que duró aproximadamente una hora, cayeron algunas gotas de lluvia que, por fortuna, no duraron mucho y permitieron disfrutar con plenitud la procesión, por el recorrido de costumbre, con la que se rindió homenaje al santo y patrón del municipio, también animada por la Banda Municipal de Gáldar, y de la que forma parte el saxofonista Tomás Carmelo Díaz desde hace más de 30 años. Carmelo para el saxo para afirmar rotundo que era un orgullo "participar en la fiesta principal de mi municipio y representar a la orquesta en procesión".

Unos por el santo, otros por la misa, y también por la propia banda. Erica Vega, que asiste casi todos los años, lo hace precisamente por la música. "La procesión ciertamente me parece un acto muy bonito, pero la pena es que cada vez hay menos pueblos que las celebren, que creo que son cultura general". A María Pérez, del barrio de Los Quintana, le priva asistir cada año, "desde que era pequeña, siempre con mi familia, una tradición que me encanta llevar a cabo y que no quisiera perder nunca".

Tras el regreso a la iglesia, en torno a las 14.30 horas, con la traca de voladores y el himno a Gáldar se puso punto y final a esta ceremonia, que continuó durante el mediodía en las casas y establecimientos de la ciudad, donde los galdenses prosiguieron el festejo del día de su patrón Santiago de los Caballeros.

Porque luego quedaba por llegar la batalla de flores. Concretamente, a partir de las 19.30 horas, que fue la hora en la que los mayores se volvieron niños y los más pequeños tenían la fuerza de los mayores al lanzar las bolas de confeti a potencia de bazooka.

Se veían ciertas ganas entre la unos minutos antes muy pacífica población en una incursión que se recuperó en el siglo pasado, en la década de los 40, según subrayaban desde el propio Ayuntamiento, ayer tarde, bajo asedio de confeti. Varios objetivos preferentes se ubicaban en la zona donde los concejales y el alcalde, Teodoro Sosa, y cómo no, en la corte de Tenesoyas que, con su Guayarmina presidiendo, también recibían munición abundante a pesar de que no la merecían, en la que se trata una de las más injustas represalias de la historia moderna de la localidad cebollera.

Ya entrada la noche se firmaba el armisticio, con un concierto del grupo La Trova y una posterior verbena a cargo de Carácter Latino.

El jueves continuará el programa, pero esta vez con la festividad de Santa Ana, que viene a ser compatrona de la ciudad, y que se dedica a los más pequeños, con un festival lúdico en la plaza de Santiago, a primeras horas de la tarde, y a las siete con una misa y posterior procesión que se rematará con el espectáculo Mar de Isla. Que lo disfruten.