"Es indignante, esto ya es lo último que nos faltaba. No se puede permitir que sucedan esta clase de actos de vandalismo", asegura Cristina Vasallo, la autora de una escultura hecha de bronce sobre el tradicional pisado de la uva que se encuentra en la villa de Santa Brígida y que tenía, frente a otra, una figura de un niño pequeño que recientemente ha desaparecido.

La obra representa un homenaje al pisado de la uva, y en ella se podía ver a una chica realizando el proceso de escachado de la mencionada fruta, mientras su hermano pequeño, sentado, la miraba. "Lo cierto es que los dos estaban ubicados a la perfección, se miraban exactamente a los ojos, y costó lo suyo conseguirlo", dice Vasallo, notablemente molesta.

La escultura fue financiada e instalada por el ayuntamiento de Santa Brígida en una fuente del municipio en el año 2010. Sin embargo, lo cierto es que no se podría asegurar con exactitud el momento en que se produjo este presunto hurto, o cuándo se echó de menos, pero no pudo ser hace muchos días; de hecho, lo más probable es que haya tenido lugar el pasado fin de semana, pues a la propia escultora la avisó este domingo un vecino que se había percatado de la ausencia del niño.

"Seguramente habrá sido un hurto. Se lo habrán llevado entre varios para fundir el bronce y venderlo después, porque la verdad es que es un material que se paga bastante bien", afirma Vasallo.

"Pero es un acto de vandalismo que no se puede permitir", prosigue la escultora, "¿qué pasa, que ahora con la excusa de la crisis se van a dedicar a robar todas las estatuas de bronce para venderlas luego? No puede ser, me parece algo absolutamente indignante y hay que hacer lo posible para que no vuelva a repetirse algo así".

Con echar un vistazo a esta obra, que está situada en el cruce de Bandama porque es donde empiezan todas las bodegas del lugar, se trasladaba uno a otra época, en la que la divertida tarea de pisar uvas con los pies era algo mucho más común que hoy en día. Además, en palabras de la escultora, "a los vecinos de Santa Brígida les encantaba. Es una pena".

Aunque lo más probable es que esta figura sea ya irrecuperable, evidentemente este tipo de robos, más allá de la situación económica actual, hacen daño porque se está hablando del patrimonio de todos. Y el niño de bronce lo era.