Catorce niños provistos con delantales pusieron punto final a un curso de cocina que organiza la Universidad Popular de Guía por tercer año consecutivo. El taller, uno de los más originales y de mayor éxito de todos los que se celebran en el municipio, lo impartía la profesora Nieves Carmona en una de las aulas del IES Santa María de Guía II, en el Lomo Guillén.

La propia Carmona se muestra encantada con las clases: "Hemos preparado todo tipo de recetas: comida típica canaria, comida venezolana, repostería... incluyendo cosas que a los chicos les encanta, como pizzas o galletas. Pero sobre todo platos sencillos que no requieran utilizar demasiado el fuego y que puedan preparar ellos luego en sus casas. También han aprendido cosas básicas, como abrir huevos, picar los alimentos y los tipos de corte que hay".

El curso contaba con un total de catorce alumnos de entre ocho y trece años de edad que completaban el cupo total y que han demostrado mucha habilidad en las artes culinarias.

Una de las alumnas, Iris Obiang, de doce años, asegura que el taller le gusta y que les han enseñado bastante: "La profesora hace que la clase sea de una manera amena y divertida y que todos colaboremos; además, siempre probamos lo que preparamos. Muchas veces lo que hacemos es traernos tupergüés y nos lo llevamos para casa y otras nos lo comemos aquí mismo".

Por su parte, Eduardo Melián, de trece años, se apuntó porque le encanta cocinar y le parece muy divertido. "Todo lo que sé ahora de este mundillo lo he aprendido aquí. No me arrepiento de haber venido y sobre todo me gustaron las galletas de chocolate que hicimos".

Asimismo, tanto a Gabriela Medina como a Laura Sosa, ambas de doce años, les parece que cocinar es muy divertido, y este es el motivo principal por el que se apuntaron a estas clases de verano, que tenían una frecuencia de dos veces por semana.

Sagrario Acosta, de la Universidad Popular de Guía, ha sido la encargada de organizar el taller. "Gracias a este curso", afirma, "lo cierto es que los chavales han podido disfrutar de su periodo vacacional aprendiendo a cocinar, que sin duda es algo diferente".

"Creo que es importante que se les enseñe desde edades tempranas, porque les da la capacidad de ser autónomos. Por ejemplo, si sus padres no están en casa, que los niños puedan hacerse algo, y sobre todo no utilizando el fuego, ya que les enseñamos recetas en las que tengan que usarlo lo menos posible o incluso nada. A mi modo de ver, es un aprendizaje que les quedará para el resto de sus vidas", sentencia Acosta.