El Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria y el comité de empresa de Guaguas Municipales han cerrado un acuerdo por el que los trabajadores aceptarán una seria rebaja en sus ingresos salariales a cambio de la renuncia por parte del Consistorio, propietario y patrón, de privatizar la compañía por tiempo indefinido.

Según fuentes sindicales, la propuesta saltó hace pocas semanas en el marco de las negociaciones por el convenio colectivo de este año. El acuerdo al que han llegado ambas partes supone la renuncia por parte de los trabajadores a cobrar pagas extras y complementos que perciben actualmente, a cambio de que Guaguas mantenga su plena titularidad pública. El Ayuntamiento, consciente de que el dinero para mantener a la empresa se acaba en menos de dos meses y calculando que esa rebaja salarial podría reportar un balón de oxígeno económico, ha aceptado la propuesta aunque sin cerrar la puerta a retomar el proceso privatizador en un futuro si no llegan las prometidas ayudas del Gobierno canario y Cabildo para sanear los 37 millones de deuda histórica.

Además, el Ayuntamiento se compromete a presentar en el pleno de octubre una nueva iniciativa para desandar el camino andado y devolver a Guaguas el carácter público que perdió en junio pasado tras votar el pleno su conversión en empresa de economía mixta. En esta nueva propuesta, el gobierno local planteará eliminar el cambio de los estatutos de Guaguas Municipales ratificados en junio en los que se recoge que el accionariado de la empresa se repartiría entre el Ayuntamiento (un 51 %) y la parte privada (49 % restante). Así mismo, se eliminará la cuestionada tasación de la empresa incluida en dicho documento y que fijaba el valor de la misma en sólo siete millones de euros.

Aunque las fuentes no han sabido explicar la repentina marcha atrás del gobierno local de Jerónimo Saavedra, que en el último año y medio ha defendido a capa y espada la privatización casi como la única fórmula para salvar a Guaguas, el regidor parecía tener claro desde hace tres semanas que el proceso debería reconsiderarse. Ése es el mismo tiempo que Saavedra lleva reteniendo el pliego de condiciones definitivo para la venta de acciones de Guaguas, un documento que los técnicos municipales acabaron a finales de agosto y que tendría que haber salido ya a exposición pública para que las empresas interesadas presentaran sus ofertas.

Sin embargo, Saavedra entendía que mantener el 51% de las acciones ya garantiza la titularidad pública y siguió adelante con la venta al capital privado. Esta decisión provocó que los trabajadores de Guaguas se lanzasen a una huelga general a finales de marzo que sólo duró un día al comprometerse de nuevo el gobierno municipal a no vender y buscar el dinero en otras administraciones. La promesa apenas duró unas semanas, ya que en abril un nuevo acuerdo plenario inició el proceso privatizador que parecía haber concluido en junio con el cambio de los estatutos y su conversión en empresa de economía mixta.