Guaguas Municipales no termina de arrancar y, aunque financieramente ha mejorado con respecto al año pasado tras recortar 8,9 millones la deuda histórica, el servicio que presta la empresa se deteriora cada vez más debido a los recortes que afectan, sobre todo, a los barrios del Cono Sur.

Los trabajadores achacan la reducción de los servicios puesta en marcha hace un año a la intensa política de ahorro de costes emprendida por la compañía. Esta iniciativa afecta a numerosos barrios que están hartos de denunciar el deterioro progresivo del transporte público con unas guaguas que cada día tardan más en llegar, ya sean los fines de semana como los días laborables, y cuyos largos recorridos se convierten en auténticas excursiones.

"El servicio está cada vez peor", se queja Juan Samper, dirigente vecinal de Tres Palmas, quien añade que "las guaguas ya no llegan con la frecuencia que tenían hace un año. Los fines de semana", donde se produjo el mayor recorte hace un año, "te puedes tostar esperando la guagua, antes de llegar a la playa".

Líneas como la 60 no pasan ni los domingos ni los sábados y la 13 recorre todos los barrios, por lo que el viaje se convierte en una excursión insufrible, que llega a tardar hasta una hora. "Ahora por lo menos", agradece, "han modificado el recorrido de la 13 eliminando su paso por Francisco Gourié que pedíamos desde hace un año, pero lo han hecho por las obras". El Lasso, Casablanca I, Pedro Hidalgo y Zárate son los barrios más afectados por el recorte. "Nos tienen abandonados", se queja Manuel Santiago, de la asociación de vecinos de El Lasso.

PRIVATIZACIÓN. Y es que en los últimos tres años el Ayuntamiento apenas ha hecho nada por mejorar el servicio y adecuarlo a las necesidades de los nuevos barrios.

El gobierno municipal se concentró durante dos años en el intento de privatización de Guaguas que finalmente no cuajó, y sólo encargó un diagnóstico que vino a decir lo que ya se sabía. El pasado mes de marzo adjudicó una encuesta origen-destino, que se prevé concluya en julio y que se supone será el punto de partida para aplicar el plan de viabilidad, adaptando los servicios a las demandas de la población y poniendo en marcha las líneas exprés con carriles exclusivos para aumentar la frecuencia de parada y velocidad comercial.

En medio de este escenario, el gerente de Guaguas, Sebastián Sansó, niega el recorte y sostiene que "la cobertura de los servicios está mejor que hace un año", aunque reconoce que "la red es ineficiente" y que el mal estado de la flota provoca que una media de 12 servicios diarios no se puedan realizar porque las guaguas están averiadas, una circunstancia que por fuerza tiene que repercutir en la frecuencia de paso de los vehículos.

"Tenemos una media de entre 53 y 58 guaguas rotas al día, lo que supone que el 23 % de la flota está inutilizada". Sansó plantea que la mejora del servicio pasa necesariamente por la renovación de la flota, que tiene 8,7 años de antigüedad de media.

Sin embargo, los trabajadores señalan que la reducción de servicios no se puede achacar exclusivamente a los vehículos. Wolfgang Alcántara, representante de los trabajadores en el consejo de administración de Guaguas, considera que se está aplicando una política de "mejorar los números a costa del servicio" y apunta que el Cono Sur es el más castigado por las reducciones de líneas y trayectos. A su juicio, el mal estado de los vehículos "no se debe tanto a su antigüedad, sino a la falta de un mantenimiento preventivo; el mantenimiento se reduce a echar agua y aceite".