El parque Santa Catalina será "el salón donde la ciudad reciba a los cruceristas". Este es el afán del alcalde de Las Palmas de Gran Canaria, Juan José Cardona, para empezar a preparar la ciudad para el turismo potencial que traen los grandes trasatlánticos al Puerto de La Luz. Para ello, el Ayuntamiento proyecta poner en marcha un plan director que determine qué usos debe tener el recinto, y que pasarán por vaciarlo de grandes eventos, aunque de momento no se cuestiona el Carnaval. Además, se plantea una redecoración integral que devuelva su sabor tradicional.

El "parque temático", como lo bautizó Pablo Barbero, concejal de Turismo y Promoción Económica, en la presentación, este jueves, de la Ciudad del Mar y las Culturas, no es sino el producto de una profunda renovación de Santa Catalina, que empezará por la eliminación de algunos de los eventos que se celebran tradicionalmente allí, y que en los últimos años han ido disminuyendo de forma directamente proporcional a las protestas de los vecinos por los ruidos.

Actualmente el parque alberga como grandes acontecimientos el Carnaval, el Womad, el Festival de Teatro y Danza, el Cine+Food y algún acto aislado el Día de Canarias o similares. Eventos como los conciertos de las Fiestas Fundacionales, la Feria de Abril o el Festival de Jazz se han ido desplazando a otros puntos de la ciudad, como Las Canteras y el Auditorio.

Para la decoración del parque, que entre otras cosas estrenaría un nuevo alumbrado, el Ayuntamiento ha pensado en el diseñador Tino Montenegro. El que también fuera concejal de la capital en dos etapas (1995-1999 y 2003-2007) trabaja en la idea de devolver al parque algunas de las sensaciones que producía en los años 60, en que Las Palmas de Gran Canaria se convirtió en la avanzadilla del turismo internacional, antes que el sur de la isla y antes que todo el Archipiélago. Estos proyectos serán efectivos en este mandato.