Los vecinos de Las Palmas de Gran Canaria figuran entre los que peor consideran que funciona el servicio de guaguas público de toda España, junto a los de las ciudades de Castellón, Santiago de Compostela y León, según un estudio de la OCU.

La escasa frecuencia, el trazado de la ruta, el exceso de pasajeros y la falta de puntualidad son los "puntos negros" de los que se quejan los usuarios de guaguas urbanas de las principales ciudades españolas, de acuerdo a ese estudio, según ha informado en un comunicado la OCU.

Esta organización de consumidores ha realizado una encuesta a 4.216 personas sobre la guagua urbana en 33 ciudades y la nota media que dan los ciudadanos a este tipo de transporte público apenas alcanza el 6.

Una de las principales conclusiones es que los usuarios prefieren el transporte privado en más de la mitad de las ciudades analizadas a pesar de ser más caro, especialmente en Málaga, Badajoz y Murcia.

Los usuarios de Madrid, Barcelona, Bilbao y Santa Cruz de Tenerife prefieren el metro, tren ligero o tranvía a la guagua, mientras que en otras ciudades como Córdoba, Sevilla, Vitoria, Castellón de la Plana, Barcelona, Valencia, Zaragoza y Albacete, un alto porcentaje se desplaza en bicicleta.

Respecto al grado de satisfacción con la guagua, son los ciudadanos de Gijón y Logroño los más satisfechos, seguidos de los vallisoletanos, albaceteños, burgaleses, bilbaínos y pamplonicas.

Por el contrario, los de Castellón, Santiago de Compostela, León y Las Palmas de Gran Canaria son los que otorgan una puntuación más baja a sus guaguas.

La escasa frecuencia es la queja más repetida, en general, y el principal motivo para justificar no utilizar este medio de transporte, en tanto que la falta de puntualidad es lo peor para los madrileños, zaragozanos y albaceteños, y el mal diseño de la ruta es la principal queja para pamplonicas y vitorianos.

El estado de la parada es un inconveniente en Santiago de Compostela, Santa Cruz de Tenerife, Alicante, Palma de Mallorca, Las Palmas, La Coruña y Lérida; la falta de asideros para agarrarse en La Coruña, Lérida y Madrid; y la incomodidad de los asientos en Castellón y Córdoba.

Respecto al exceso de pasajeros, un 25% de los encuestados de Palma de Mallorca, Sevilla y Santander afirma que tienen que dejar pasar un autobús porque va lleno; el 40% de los zaragozanos, granadinos y santanderinos aseguran que se "agobian" por el hacinamiento; y el 60% de los granadinos, barceloneses, madrileños, santanderinos y malagueños se quejan de que no pueden sentarse.

En cuanto al servicio nocturno, los usuarios de Alicante, Sevilla y Oviedo creen que el alcance de la ruta es muy limitado e inseguro, en tanto que Madrid aprueba por los pelos y Barcelona no llega al 5.