En la tradicional bendición urbi et orbi celebrada ayer desde la basílica de San Pedro, el papa Francisco tuvo palabras de consuelo para todas aquellas personas que no tienen trabajo, "que son tantos", y pidió "esperanza" para ellos, e instó "al compromiso de quienes tienen responsabilidad pública en el campo político y económico para que se empeñen en buscar el bien común y tutelar la dignidad de toda vida humana".

Por último, pidió "que el Señor conceda, especialmente a los presos, la experiencia de su amor misericordioso que sana las heridas y vence el mal".

Tras dar la bendición urbi et orbi y conceder la indulgencia plenaria desde el balcón al que se asomó por primera vez como papa el 13 de marzo de 2013, Francisco explicó que se está celebrando el Jubileo de la Misericordia y pidió "ser misericordiosos" con todos, y deseó "Feliz Navidad".