Juan Cruz: «Los periodistas debemos negarnos la rapidez como sustituto de la información»

El periodista y escritor canario aborda la «crisis» de la profesión en la Casa-Museo Pérez Galdós con la conferencia ‘Periodismo. Tradición e incertidumbre del oficio invencible’

Juan Cruz durante su intervención en la Casa-Museo Pérez Galdós.

Juan Cruz durante su intervención en la Casa-Museo Pérez Galdós. / José Carlos Guerra

María Jesús Hernández

María Jesús Hernández

Sustituir la verdad por la especulación, el «me lo dijeron» y la inmediatez, es lo que ha llevado al periodismo a la «crisis» en la que se encuentra en la actualidad, un problema que «no es del oficio, sino de los periodistas». Así lo ha señalado el periodista y escritor canario Juan Cruz (Tenerife, 1948), que impartió esta tarde en la Casa-Museo Pérez Galdós, en vísperas del Día Mundial de la Libertad de Prensa (3 de mayo), la conferencia Periodismo. Tradición e incertidumbre del oficio invencible, en la que destacó los nuevos peligros de la profesión que lleva ejerciendo desde hace seis décadas, tras publicar su primera crónica a los 13 años. «Es un momento en el que los periodistas debemos negarnos a nosotros mismos la rapidez como sustituto de la información».

Pérez Galdós

Juan Cruz inició su intervención en la Casa-Museo Pérez Galdós ensalzando la figura del escritor y su relación con el periodismo fruto de la «pasión» de don Benito por la realidad, «de la que proviene más su literatura de ficción (y de hechos) que su voluntariosa figura como periodista». Precisamente es esa pasión por la realidad lo que lleva al periodista canario a afirmar: «En tiempos como estos, me parece que Galdós se hubiera sentido tan incómodo que hubiera durado un cuarto de hora en cualquiera de los periódicos del presente».

Respaldando las afirmaciones de escritores como García Márquez acerca de que el periodismo es «el oficio más maravilloso del mundo», Juan Cruz puntualizó que «sólo lo es si haces periodismo, es decir, si cuentas lo que pasa, con todos los elementos que son imprescindibles para entender que has trabajado sobre los asuntos que quieres explicar», y matizó, «divertirse haciendo periodismo sin hacer verdadero periodismo está al alcance de cualquiera, pero ha de saberse que eso no es periodismo sino circo».

«La norma más importante del periodismo es la verificación, y ahora está muy devaluada»

Amenazas

En este sentido, defiende la verdad por encima de la especulación, la invención, los bulos y las fantasías, que amenazan a la profesión. «Inventar no es trabajo en periodismo. Es engaño», afirmó durante su intervención, al tiempo que se lamentaba de que el periodismo haya permitido que en su más vieja definición se cuelen «el rumor y el sobreentendido, o el malentendido, como materia del oficio». «El periodismo le prestó su sustancia a la mentira; se hizo eco de falsedades, prestó sus titulares a la especulación, se rindió a la cultura del click, y ahora no queda otro remedio que buscar cura a tanto desafuero. Se arrinconaron los libros de Estilo, se quedó obsoleta la ética civil y se ha prestado más atención al rumor y a la especulación que a la verdad».

Es por ello por lo que el veterano periodista insiste en que el problema por el que transita actualmente la profesión es de los periodistas que están dañando el oficio, porque no se tienen en cuenta las normas básicas y «lógicas» de un buen profesional del periodismo. Normas que él resume en los nueve puntos cardinales que contiene el libro Los elementos del periodismo de Bill Kovach y Tom Rosenstiel: La primera obligación del periodismo es la verdad; [El periodismo] Debe lealtad ante todo a los ciudadanos; Su esencia es la disciplina de la verificación; [El periodismo] Debe mantener su independencia con respecto a aquellos de quien informa; Debe ejercer un control independiente del poder; Debe ofrecer un foro público para la crítica y el comentario; El periodismo debe esforzarse porque el significante sea sugerente y relevante; Las noticias deben ser exhaustivas y proporcionadas; Debe respetar la conciencia individual de sus profesionales.

Verificación

«Esto es el periodismo, y para mí la norma más importante es la verificación, la obligación de verificar, y eso ahora está muy devaluado. Durante una entrevista me decía Ben Bradlee, el mítico director del Washington Post, que en estos tiempos de ahora, el proceso Watergate se hubiera liquidado en un día, como un rumor al que después ya nadie volvería».

Juan Cruz lamenta que se cuele «el rumor y el sobreentendido, o el malentendido, como materia del oficio»

Internet

También se refirió a la revolución que ha supuesto internet para la profesión, poniendo patas arriba las maneras de ser éticas y profesionales. «Internet puso la esencia del oficio en riesgo de muerte. La política y la economía y el periodismo, entre otros factores de la sociedad, dejaron que entrara un factor, la mentira, que antes hallaba sus contrafuertes a las puertas mismas de los diarios».

Y una vez más, Juan Cruz pone el foco de la solución en manos de los periodistas, instando en este momento de redes sociales y transformación digital a volver a la esencia de la profesión, que define a través de las palabras de Eugenio Scalfari, fundador de La Repubblica de Roma: «Periodista es gente que le dice a la gente lo que le pasa a la gente».

La batalla no está perdida. Juan Cruz culminó la clase magistral impartida ayer en la Casa-Museo Pérez Galdós, con un mensaje de esperanza, rindiendo homenaje «a este oficio invencible que en realidad siempre estuvo en peligro, pero siempre ha sido capaz de levantarse». Un oficio que responde «a la necesidad más enraizada en la naturaleza humana: la necesidad de saber, la necesidad de contar, que nos alienta desde la infancia y que nos hace mejores, más imaginativos, más leales y más libres. Por eso este es el oficio invencible».