Tribunales

La Audiencia Provincial de Las Palmas absuelve al acusado de secuestrar dos veces al mismo hombre

La sentencia determina que "se desprenden dudas" del relato de la supuesta víctima

El acusado, de espaldas, en el juicio celebrado la semana pasada.

El acusado, de espaldas, en el juicio celebrado la semana pasada. / B. M.

Benyara Machinea

Benyara Machinea

La Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Las Palmas ha absuelto a un hombre acusado de secuestrar y robar dos veces a un mismo hombre en Las Palmas de Gran Canaria, con supuestas amenazas de "cortarle el cuello". La sentencia se acoge al principio de in dubio pro reo (en caso de duda, a favor del acusado) porque la víctima "ni ha podido concretar la forma en la que sucedieron los hechos ni existe un solo elemento que permita corroborar sus manifestaciones". 

El encausado, defendido por el letrado José Gómez Felipe, y el supuesto perjudicado ofrecieron versiones "absolutamente contradictorias" en el juicio. La víctima refirió que solo había visto a Ruyman H. R. en dos ocasiones: la primera, cuando caminaba por la zona de Las Rehoyas y le robó y secuestró mientras le amenazaba con un cuchillo; y la segunda en Molino de Viento, cuando le golpeó y metió en un coche para llevarle a las viviendas de unos amigos suyos. El acusado, sin embargo, manifestó que en ambas ocasiones se limitaron a consumir crack y cocaína juntos y que, en el segundo encuentro, el aparente agredido se ofreció a venderle sus pertenencias.

El tribunal sostiene que la declaración del perjudicado "ha sido muy poco precisa en cuanto a detalles de espacio y tiempo, poniéndose de manifiesto por la defensa distintas contradicciones". La víctima varió su versión sobre el número de personas que iban en el coche, si le amenazaron con un machete o una pistola y sobre los golpes que supuestamente recibió.

Falta de elementos corroboradores

El supuesto agredido declaró que después del segundo encuentro aprovechó un momento de despiste de su captor para salir corriendo descalzo hasta un hotel de la Avenida Marítima y pedir ayuda, pero la Sala considera relevante que "no se hayan propuesto testigos", como el personal del hotel o los agentes que le llevaron hasta su domicilio, "que podrían haber corroborado, aunque sea parcialmente, lo sucedido esa noche".  

Tampoco coincide lo que manifestó al personal sanitario, de que un conocido lo tiró al suelo y le golpeó la boca y la nariz en Playa Chica, con lo que días después reflejó en la denuncia.