La UD Las Palmas afronta la hora de la verdad corrigiendo la imagen de una pretemporada en la que había coleccionado dudas de todo tipo. Y era necesario arreglarlo por muy engañosos que sean los 'bolos' de verano. Si tras el duelo del sábado en Vallecas, la mejor referencia de la preparación, el conjunto de Paco Herrera compitió pero le faltó gol, ayer ante el Tetuán presumió de puntería (4-2) con las piernas cargadas por un fin de semana organizado de manera surrealista. Con un doblete de Araujo la UD firmó un triunfo que alivia la mala racha de resultados y de inspiración ante la portería contraria. Sergio Lobera, en su regreso a un frío Estadio de Gran Canaria, mostró a un equipo con desparpajo y que incomodó a los amarillos pese a su tibieza en defensa y a las bajas que acumulaba.

En el conjunto de Paco Herrera lo mejor fue la segunda mitad, cuando Sergio Araujo remató una buena faena en la que Nauzet, Vicente y Valerón levantaron la mano para reclamar su lugar tras una pretemporada en la que parecen haber sido desplazados por otros compañeros. También Antolín Alcaraz dio un paso al frente, mejoró la imagen de la defensa en la segunda parte y aspira a la titularidad en el Calderón.

Esa es, precisamente, la mejor noticia de la pretemporada. La UD Las Palmas, a la espera de que la competición oficial dicte sentencia, parece haber acertado de pleno en sus refuerzos para la defensa, donde era obligatorio añadir velocidad y experiencia. Ha mejorado el equipo atrás pese a los dos goles encajados, causados más por cansancio que incapacidad, y a la vez arrastra su mayor virtud del curso pasado: el talento arriba. Y es que Sergio Araujo y Viera, como en el resto de amistosos, demostraron que han vuelto de las vacaciones tan inspirados como cuando se marcharon.

La diabólica pareja, por la que pasa un elevado porcentaje de las posibilidades de permanencia, dejó su sello con una conexión espectacular para cerrar la victoria tras una primera mitad igualada. El taconazo magistral del de La Feria lo remató con violencia el argentino, la misma con la que embocó al comienzo de la segunda mitad una gran asistencia de Nauzet en una jugada que hilvanó Valerón.

Dos goles para empezar

Todo ello sucedió en medio de un partido abierto, en el que ninguno de los equipos renegó de la pelota y encontraron espacios para llegar al área contraria, sobre todo en la primera mitad. Había comenzado la UD de manera inmejorable, con un gol a favor. No se había cumplido el tercer minuto cuando Culio, que debe mejorar, recuperó una pelota cerca del área, Asdrúbal peinó de cabeza y encontró a Hernán, que se quedó solo y definió con frialdad ante el portero. Tan solo un minuto más tarde Jahouh, buen mediocentro, dejó su primera muesca en el Gran Canaria con un tiro lejano que Javi Varas debió parar.

Casi no había dado tiempo de percatarse de la sorprendente presencia de Javi Castellano en el lateral derecho y el resultado ya era de 1-1. El gemelo, que fue el defensa más atinado de la primera parte, se erigió en salvador a la media hora cuando Tato, ágil y ovacionado, encaraba la portería. El rechace lo mandó a las nubes Hardumi en boca de gol. El Tetuán ya mandaba.

Había salido la UD, como era previsible, con muchos cambios en el once, en el que Javi Varas, Aythami, Hernán y Tana eran los únicos sin minutos el sábado. Notaron los amarillos la carga de trabajo de la semana, el partido de 24 horas antes y el mayor ímpetu del Tetuán, que fiel al sello de Lobera intentó apoderarse del balón.

Ocurre que al cuadro marroquí no le sobra calidad y cometieron varios errores en la salida de balón, como el que aprovechó Momo para hacer el segundo. El de Las Torres, que le puso ganas, definió con calidad picando el balón ante Yousfi.

Ganaban los amarillos 2-1 a la media hora, pero se estaba disputando un partido igualado en el que los dos conjuntos generaban peligro con muy poco. En el conjunto local lo mejor lo ponían los atacantes, con Tana, Asdrúbal y Momo muy activos pero frenados a veces por la excesiva dureza de la defensa rival, que acabaron con uno menos. Esa pierna fuerte la tuvo de nuevo Jahouh cuando al filo del descanso empalmó un potente disparo para hacer justicia en el marcador.

Llegó entonces la reanudación y el carrusel de cambios de Paco Herrera, obligado a rotar por el contexto del duelo. Alineó el entrenador un 4-2-3-1 y ahí Nauzet, Valerón, Viera y Araujo se desataron para devolver la sonrisa a los amarillos antes del Calderón.