El inicio de temporada de la UD Las Palmas es como los primeros capítulos de una serie que promete grandes emociones. La puesta en escena es correcta, hay entretenimiento, el director es de confianza y los actores dan la talla. Pero llega un momento en el que el guión tiene que dar paso a la acción para no dejar a los espectadores con la miel en los labios. Y en ese episodio se encuentra el equipo amarillo, que esta noche (21.00 horas) recibe al Eibar con la obligación de ir más allá. A estas alturas las sensaciones no son suficientes. Hay que transformarlas en puntos.
Porque la UD va por el buen camino. Una victoria y dos empates en seis jornadas después de medirse a rivales tan potentes como Atlético de Madrid, Celta, Sevilla y Barcelona son un buen botín. Sobre todo porque la imagen ofrecida es bastante aceptable, e incluso sobresaliente a ratos, como en Balaídos con diez jugadores o en feudos de Champions como el Vicente Calderón y el Camp Nou.
Pero la supervivencia no se consigue con sensaciones y la máxima categoría exige no perder demasiadas oportunidades de sumar en tu casa frente a rivales directos. Que es lo que cuenta. Y el Eibar, pese a que este comienzo de curso también apunta a un gran desenlace para los suyos, es uno de ellos.
Nuevos actores a escena
Ese cambio de ritmo, ese extra necesario para que las buenas producciones aspiren a llevarse premios, lo tiene que dar el conjunto de Paco Herrera sin dos de los protagonistas que mejor han plasmado las directrices del director. Hernán Santana y Antolín Alcaraz, piezas básicas en el elenco y titulares en todas las jornadas, se pierden como mínimo este capítulo, así que dos secundarios tendrán que ponerse a su altura. Es la hora para que el capitán David García se ponga bajo los focos por primera vez en la máxima categoría y que Juan Emmanuel Culio mantenga su línea de las primeras escenas.
Porque Paco Herrera ha confirmado que conservará el sistema de tres centrales y dos carrileros, sinónimo de que llega el debut de David García en Primera después de doce temporadas en la UD. El planteamiento, utilizado de inicio en cinco de las seis jornadas, tendrá continuidad y afronta un examen definitivo. Está garantizado que con ese dibujo la UD Las Palmas se comporta con fiabilidad ante equipos de entidad superior. Atlético de Madrid, Sevilla, Barcelona y el Celta durante la última media hora sufrieron para descifrar el plan amarillo. Pero eran conjuntos obligados a llevar el timón. Y la UD se aprovechó de ello para protegerse más de lo habitual que en la temporada anterior y salir al contragolpe. Sin embargo, contra Rayo Vallecano y Levante el esquema ha sido insuficiente para generar ocasiones. Es la asignatura pendiente del cuadro insular.
Pareja Culio-Wakaso
Para superarla será fundamental precisamente comprobar la solución que planteará Paco Herrera a la ausencia de Hernán. Al contrario que en el caso de Alcaraz, sobre la sustitución del mediocentro no fue tan contundente el entrenador. Todo apunta a que Culio será el elegido. El argentino ha ido retrocediendo cada vez más su demarcación en el campo desde que llegó a la UD Las Palmas hasta situarse en el doble pivote. No es su posición natural pero ahí ha rendido bien. Tendrá que mezclar con Wakaso para dar salida de balón a la zaga amarilla, ya huérfana de Javi Castellano y ahora también del jugador que le ha sustituido a la perfección.
No le queda más remedio a la UD que adaptarse a tan sensible circunstancia. Y agarrarse, si no funciona el plan, a la inspiración de Roque y Viera. El teldense se ha unido al de La Feria como luz del equipo en ataque. Los dos, junto con la profundidad de los laterales y el gol de Sergio Araujo son los mejores argumentos ofensivos para esta noche. Borja Bastón pudo ser uno de ellos, pero el atacante se decantó por el Eibar y será una de las mayores amenazas para la UD. El conjunto armero sobresale en este inicio, pero a los insulares ya nos les vale ningún consuelo. Solo se admiten puntos.
