La conjura del káiser. El central y capitán de la UD, Aythami Artiles Oliva, asistente histórico de Araujo en el gol del ascenso del 21-J [con la chilena de Patalavaca], reclama responsabilidad y mesura al entorno tras las dos derrotas ligueras.

"Estamos acostumbrados a ser extremistas por naturaleza (...) En pretemporada parecía que íbamos a entrar en Champions y ahora a descender. La situación no vale de excusa, tenemos que trabajar para mejorar diferentes aspectos y sobre todo: el defensivo", aseguró..

221 partidos en la UD [ocho campañas en dos ciclos], ilustran el rango del zaguero que insiste que la entidad "es de todos". "Deberíamos todos remar en el mismo sentido, apoyarnos e intentar que las cosas vayan bien. Ser optimistas e intentar salir de esta situación. Hay que ser claros, al final si las cosas van mal y el equipo desciende, descendemos todos. Aquí no se salva nadie. Seremos un equipo de Segunda, con una afición de Segunda y periodistas de Segunda. Es importante que cuando las cosas vayan mal estemos todos en el mismo barco".

En relación a la salud del vestuario, explica que el clima de pesimismo no ha penetrado en la caseta [los isleños son colistas]. "Somos optimistas. Hemos salido airosos de situaciones mucho peores. Al inicio de la 2015-16, estábamos bastante mal e incluso en noviembre todo se veía negro. Esto es muy largo, el calendario es así de caprichoso y nos han tocado equipos fuertes al principio. La situación sólo la podemos cambiar nosotros. La experiencia te dice que esto no es definitivo. La imagen no es buena pero podemos cambiarla", advirtió.

Credo táctico

El káiser comprende el malestar del abonado, tras el (1-5) ante el Atlético. "Entiendo que prime lo negativo sobre la positivo. Somos los mismos que el año pasado y el anterior. Hay muchos de la casa y para los canteranos es un sueño estar en Primera. Lucharemos por seguir aquí y hacer grande al club, para que sigamos disfrutando de la Primera".

La UD de Márquez parece un fantasma. No hay rastro del ADN táctico. Aythami desnuda las pinceladas del nuevo credo. "Le gusta que juguemos bien; que no perdamos la esencia estética. Exige más equilibrio, y el tema defensivo es una de sus obsesiones".

Lanza una frase que vale de eslogan del nuevo régimen del músculo: "Si no defendemos todos, la UD no logrará nada. Con paciencia y dejar trabajar habrá resultados. Estamos a muerte con el míster y espero que estas dos semanas nos sirvan para pulir detalles y crecer".

Dinamita la leyenda negra de que Márquez fuese un técnico dócil, plegado al núcleo duro. "El míster parece un tío tranquilo pero tiene carácter. No le importa quién seas para decirte lo que sea. Hace lo que tiene que hacer en todo momento".