No, por favor, Presidente, más despacho y menos calle. Lamento la discrepancia con las primeras intenciones de Fernando Clavijo. Esperamos y confiamos que su gobierno acredite la mejor gestión. Si pasa a la historia de las Islas como un nuevo y joven equipo político será la mejor noticia para todos. Por eso creo que lo que necesita Canarias se encuentra en los despachos. De siete días de la semana, con uno solo que salgan a la calle resultará suficiente. La maraña administrativa, la tan criticada burocracia, de la Cotmac y de las otras, se ha convertido en un lastre que destroza las legislaturas y las convierte en oportunidades perdidas. Hace falta que se resuelvan expedientes, que se tramiten certificados de dependencia, que se adjudiquen viviendas sociales, que se concedan becas, que se modernice el sector turístico y se despejen los planes urbanísticos, que se elaboren unos presupuestos apropiados para la expansión. En definitiva, que se trabaje sin descanso en los despachos, que los consejeros se reúnan con los viceconsejeros, con los directores generales; que despache la tarea pendiente y que no se eternicen las relaciones de los ciudadanos con la administración regional. Si salen mucho los consejeros a la calle querrán verse a diario en los medios de comunicación, en la televisión autonómica y volvemos al espejismo de la realidad virtual. Señor Presidente, aunque tenga la tentación de equipararlo, no se olvide que la autonomía canaria no es el ayuntamiento. No ceda al populismo fácil. Se precisa trabajo de despacho, de mesa, de gabinete en Las Palmas de Gran Canaria, en Santa Cruz de Tenerife, en Madrid y en Bruselas. Y en otras islas, por supuesto. Pero, quierase o no, despacho, gestión y soluciones. Parafraseando al asesor de Bill Clinton, y sin ofender, "es el despacho, estúpido". No vayan a transcurrir cuatro años y se quede en la calle.