Hola, me llamo Amparo, soy de Albacete pero ahora vivo en Torrellano, una pedanía de Elche, Alicante, mi historia con la fibromialgia es una historia triste, como la de todas las personas que estamos enfermas. Tengo espondilitis crónica aparte de la fibromialgia. Siempre he sido activa, he llevado a mis hijos mi casa y todas las otras cosas que tenía que hacer bien, Vivía en un cuarto piso sin ascensor y subía y bajaba cuatro veces al día y bueno, terminaba cansada pero nada que ver con los días antes de diagnosticarme la fibromialgia, yo trabajaba con mi ex marido repartiendo productos de limpieza y empecé a tener dolores muy fuertes, tanto que fui al médico, me mandaron a todas partes, me dieron masajes de todo, y cada vez que decía que tenía dolores, el médico no se lo creía, me decía que tenía unos dolores muy raros, que no era posible que me doliera como decía, me recorrí todo tipo de médicos, traumatólogos, analíticas, allí me dijeron lo de la espondilitis, en un principio me dijeron que no era importante, aunque sí muy doloroso, de allí al reumatólogo que por fin me dio con el diagnostico FIBROMIALGIA!!, desde entonces empezó el calvario que todos tenemos, ni el mismo reumatólogo quería decirle al médico de cabecera que tenia fibromialgia, no me querían dar informes, mi madre murió de un ictus sin esperármelo y entre todo cogí la depresión de mi vida, en mi casa no me creían, los médicos me decían que tenía dolores peculiares, quise informarme para saber qué hacer y todas las puertas se me cerraban con solo decir la palabra mágica,” Fibromialgia”, me dieron calmantes, antiinflamatorios, ansiolíticos, antidepresivos, de todo pero nada me quitaba el dolor, y lo que más me dolía y duele es la incomprensión, si me quejo me dicen a mí también me duele, nadie entiende que mi dolor no es el de ellos, que no puedo ir tan deprisa como antes, pero que eso no significa que sea ni una gandula ni que soy un bicho raro. Es verdad que hay mucha incomprensión, antes de tenerla yo, no sabía que esta enfermedad existía, sino hubiera sido por una amiga que también la padece, yo creo que no habría vuelto a salir a la calle, me daba por llorar, pensando que no iba a poder sobrellevarlo, nadie me entendía. Yo creía que me iba a volver loca.

”Otra vez en el sofá!!!!” , no sé cómo puedes, levántate! no seas gandula. Te pasas la vida tragando pastillas!!! Y otras lindezas eran mí día a día. Llego un momento en que me separe, mi ex marido no se creía ni se cree que estoy enferma, y lo que es peor, que mi hija es posible que también la tenga. Después de la separación, fue como una liberación, empecé a buscar en internet a más gente que estuvieran enfermos como yo, y ahí conocí a personas maravillosas que me ayudan a pasar el día a día. Yo no sé qué es lo que quieren que demostremos para que vean que de verdad nos duele, nos duele el cuerpo y el alma porque solo decir que tengo estas enfermedad me siento como si me señalaran con el dedo. Al médico ya lo he dejado por imposible, siempre que voy me dice que me duele porque tengo problemas, cuando se me solucionen se me quitara el dolor, así que…

Algún día entenderán, por lo menos esa es mi esperanza, mientras tanto estoy dispuesta a luchar para que se me reconozca el derecho de ser UNA PERSONA!!! no alguien etiquetado con fibromialgia. Ojala y todos los desvelos que tenemos, los dolores y sufrimientos se vean recompensados algún día.

Muchas gracias por esta oportunidad de compartir mis sentimientos.