Si hay un sector que ha tenido éxito en la segmentación y el conocimiento de los consumidores es el de la perfumería. Desde siempre y, más si cabe ahora, con la llegada revulsiva de los millennials al mercado, el sector de la perfumería se ha postulado como uno de los que mejor identifican a sus consumidores.

Los millennials millennialsson los consumidores nacidos entre principios de los ochenta y finales de los noventa. Son clientes que ya no consumen en función de satisfacer sus necesidades operativas, sino que se decantan por la compra de productos que reafirman su identidad.

Son usuarios con decisión de compra y que quieren adaptar sus compras a su personalidad o a la personalidad que les gustaría tener, es decir, aparentar.

Son los clientes que, si desean demostrar que son modernos y actuales, se compran un iphone en vez de un Vk. Beben café ecológico de una máquina, porque desean sentir que están comprometidos con el medio ambiente. Y, además, beben Jägermeister para parecer atrevidos y fuertes.

Con todo esto queremos decir que estamos en un momento en el que realmente se venden más perfumes por las características que representan, que por el aroma que desprenden.

Cada perfume representa a un tipo de personas y exulta sus características y valores. De esta forma, tan sólo con ver el packagin, el eslogan y la publicidad de un perfume, se puede saber con mucha asertividad quién es el receptor del producto.

Todo esto no significa que el aroma no tenga importancia, sino todo lo contrario. Una vez que se prueba reafirma nuestra percepción de la imagen del mismo.

Análisis de algunos perfumes:

One million, Paco Rabanne: Perfume para hombres jóvenes en la línea entre adolescente y adulto, con ganas de seducir y muy seguros de sí mismos. Son usuarios que se interesan por el fútbol y admiran, por ejemplo, a Cristiano Ronaldo. Es un hombre que se siente masculino, guapo y llamativo. Utiliza este perfume para que también los demás puedan percibir sus cualidades.

Boss, Hugo Boss: Perfume para el hombre adulto/joven, que no quiere renunciar a su belleza pero, a la vez, no quiere ser igual que los demás. Desea seguir oliendo a One Million, pero no quiere hallar su olor en otros. Entonces elige este perfume, que es igual de sugerente, pero más sutil y menos frecuente. El hombre es el mismo, pero ha madurado y se ha vuelto más discreto y clásico, así que se cambia a Hugo Boss.

Invictus: Perfume para el hombre adulto que quiere impactar, que desea atraer, pero de forma seductora. Desea que su masculinidad sea indiscutible y valla por delante. No quiere dejar de desprender cierta belleza, aunque su objetivo es despertar un efecto animal en los demás, como el que siente él.

Tan solo hay que darse un paseo por el catálogo de una perfumería, como por ejemplo www.pacoperfumerias.com/perfumes para comprobarlo por uno mismo. Si prestas atención, un escaparate de perfumes es, sin duda, la representación más fiel de un escaparate de personas.